Anairis, nacida de padres haitianos en República Dominicana, está a punto de dar a luz a su tercera hija, pero ni ella ni su prole recibirán la vacuna contra la covid-19, según el actual plan de inmunización del Gobierno dominicano, porque carecen de documentos de identificación.
Cientos de miles de haitianos, la principal comunidad de inmigrantes en el país, se encuentran en la misma situación de esta mujer, que acaba de enterarse de que ella y su familia están, por el momento, fuera del proceso de vacunación, lo que ella ve como un nuevo modo de la exclusión que ha padecido toda su vida.
El plan de vacunación del Gobierno dominicano, puesto en marcha el 16 de febrero, ofrece la vacuna gratis, pero según dispuso el presidente Luis Abinader, no se incluirá a los inmigrantes irregulares, un aspecto que ha causado debate en el país.
SIN PAPELES, SIN DERECHOS, SIN VACUNA
Anairis siempre se ha encontrado «con muchos obstáculos» para conseguir documentos, recibir atención sanitaria o educación, narra al atender a Efe en la puerta de su casa en la humilde comunidad de Bienvenido, en el sector Manoguayabo de Santo Domingo Oeste, donde muchos vecinos son de ascendencia haitiana.
Ella quiere ponerse la vacuna y que se la pongan a sus hijos, «porque eso es prevenir más que lamentar», dice resignada, poniéndose en manos de Dios.
Otra joven madre, aunque de una sola criatura, se encuentra en una situación semejante. Nanyeli Mena nació en el país, y aunque su madre es haitiana, su padre sí es dominicano.
Sin embargo, nunca regularizó su situación, al igual que sus seis hermanos, a pesar de que la Constitución dominicana le otorga la nacionalidad por ser hija de un ciudadano del país.
«Tengo miedo de que nos podamos contagiar, porque somos toditos mis hermanos que no tenemos documentos», confesó a Efe.
En las comunidades de la zona, una de las más pobres de la periferia de la capital, es unánime la opinión de que «está mal» dejar a los inmigrantes fuera del plan. Y no solo lo dicen los afectados.
Lourdes Antoine, lideresa comunitaria y promotora de salud en la Fundación La Merced, ONG que trabaja con los haitianos de la zona, cree que eso es «una discriminación, porque todo el mundo tiene derecho» a ser inoculado contra la covid-19, sea del color o nacionalidad que sea.
IMPLICACIONES MÉDICAS y SOCIALES
Desde esta fundación consideran que excluir de la vacunación a estos inmigrantes significaría «un riesgo» epidemiológico porque va a haber una parte de la población «desprotegida» que puede seguir propagando la covid-19, dijo a Efe el médico e investigador Jean Morban, que coordina el proyecto de salud de la organización.
El coordinador del centro, Alberto Jiménez, afirmó que en las comunidades de Manoguayabo en las que trabajan tienen una alta población de ascendencia haitiana que ve «vulnerados sus derechos básicos» por carecer de documentos y ahora se encuentran fuera del plan de vacunación, lo que supone un nuevo estigma para estas personas.
Considera, además, que las autoridades deberían aprovechar el proceso de inmunización para crear algún tipo de registro de los residentes indocumentados que, posteriormente, sirva de base para su regularización.
LOS PLANES DEL GOBIERNO
Hace pocos días, el nuevo ministro de Salud Pública, Daniel Rivera, reiteró que el plan de vacunación solo contempla a los dominicanos y extranjeros debidamente identificados.
No obstante, el ministro planteó que en el caso de los indocumentados se podría estudiar alguna forma de determinar cuáles residen de forma permanente en el país, para valorar la posibilidad de incluirlos en el plan.
Pero esta hipótesis siempre pasaría por establecer «ciertos controles» con el fin de evitar que los haitianos crucen la frontera común con el único propósito de conseguir la vacuna gratis.
En Haití el Gobierno todavía no ha anunciado el plan de vacunación, que dependerá enteramente de las dosis que sean donadas a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En República Dominicana, país que hasta ahora cuenta 244.168 infecciones por el coronavirus SARS-CoV-2 con 3.198 muertes por la covid-19, la vacunación va a todo vapor, y en tres semanas ya se han vacunado 547.091 personas, cerca de un 5 % de su población.