Postrado en un ataúd esperando la muerte, Pedro Antonio Tiburcio, exmilitar y combatiente en la Revoluciòn Constitucionalista de Abril de 1965, se mantiene en huelga de hambre a la espera de que el presidente Danilo Medina escuche su reclamo: el pago de pensiones acumuladas por más de cinco años a la Fundación de Exmilitares.

En sus pocas palabras, Tiburcio dijo que están esperando por el Presidente. Y lamenta que este ‘‘se ha hecho de la vista gorda’’.

Después de 329 días de haber iniciado la protesta, y con lágrimas en los ojos, Moisés Ramírez del Villar, cuenta que no quiere ver morir a otro de sus compañeros. Pide al Presidente que con urgencia cumpla con lo establecido de pagar el monto de la pensión y con otros puntos ya acordados, como un seguro médico.

Dificultades. Ramírez del Villar señaló que tienen muchas dificultades que se agregan al grave estado de salud que enfrentan, tales como una orden de desalojo contra la fundación.

Dijo que se ven afectados a causa de la inhalación de humo, refiriéndose a una fábrica ubicada frente al local de la fundación, y al humo expulsado por los vehículos.

Agregó que instituciones como la Defensoría del Pueblo y el Consejo Nacional de Personas Envejecientes (CONAPE) se han dirigido a ellos comprometiéndose a ayudarles. Sin embargo, afirmó que esta ayuda no se ha consumado.

Ramírez del Villar dijo que en nombre de sus compañeros fallecidos, y de los que aún están de pie, no desistirán hasta obtener lo que les pertenece.