El exdirector de Presupuesto, Luis Reyes Santos, afirmó que el confinamiento y la restricción de horario debido al COVID-19, tienen postrados, de rodillas a sectores importantes de la economía, por lo que urgen estrategias puntuales en las políticas económicas y agilizar la aplicación de la vacuna contra la enfermedad.

“Estamos hablando de cosas concretas, las últimas cifras decían que teníamos más de 300 mil personas en FASE I que desaparecerán pronto; teníamos 200 mil empleos que habían sido suspendidos, que ya no existen; y aparte de eso, los 300 mil de Fase II, que se perderán”, puntualizó.

Agregó “todo esto es solo en el sector formal de la economía, pues en el sector informal, que es el 58 %, una parte también se va a perder. Todo esto sumado, es una cifra importante al momento de relanzar la economía, con un pacto o reforma fiscal que debe contemplar estos desempleados, y el empleo con los jóvenes que son los más afectados cuando ocurren situaciones como estas”.

Explicó que debe buscarse impactar la franja que ha sufrido el impacto negativo de la pandemia, porque a su juicio, ya ha habido mucha destrucción de riquezas, quiebra de muchos medianos y pequeños negocios.

De acuerdo con el extitular de Presupuesto, habrá un proceso con grandes desafíos por delante la economía dominicana y la mayoría de economías del mundo.

COVID-19

Reyes Santos consideró que la pandemia de coronavirus, ha puesto «patas arribas» a la economía mundial, y se estima para alcanzar un 70 % de las poblaciones mundiales vacunadas, se va tomar como un año, según el ritmo de entrega de dosis de vacunas, tomando como ejemplo el gobierno inglés.

La reforma fiscal no debe afectar a los pobres

Reyes Santos afirmó: «Al hablar de una reforma fiscal hay que asegurar la compensación de esos pobres, debido a que la pobreza podría estar retornando de ese 21 % a un 30 %».

“Es importante la transparencia, que se ha convertido en un bien público, porque da credibilidad, de ahí es la necesidad de explicar las medidas, y facilitar la comprensión del ciudadano, mostrando el alcance de la reforma; esa transparencia también ayuda a crear un clima de negocio favorable a más inversiones y de mejor calidad”, puntualizó.

Y añadió: «Es necesario que las autoridades digan con tiempo qué quiere, de qué tamaño sería la reforma y a quiénes afectaría, qué va hacer con ese dinero, cuáles son los sacrificios del gobierno, porque si es un 3% del PIB como han dicho, serían 130 mil millones, para eso, qué va a eliminar; cuál va a ser el gasto del gobierno y qué impacto tendrían en la calidad de vida de la población».

De acuerdo con Reyes, no se han creado las condiciones económicas para una reforma fiscal y que en caso de acudir a una, debe ser explicada en detalle a la población y discutida con todos los sectores del comercio.