ALEPO, Siria. AFP. Damasco sostuvo el martes ante una responsable humanitaria de la ONU que la situación de los desplazados por la crisis compete al gobierno sirio y que la «prioridad» es el «cese de la violencia», mientras que un ex primer ministro, que desertó, juzgó terminado al regímen de Bashar al Assad.  

En tanto, Washington acusó a los Guardianes de la Revolución iraníes de entrenar a una milicia chiita en Siria para apoyar al régimen de Assad y combatir a los rebeldes.  

En Ginebra, el portavoz del ex mediador para Siria, Kofi Annan, indicó que las autoridades sirias aprobaron la propuesta de que el ex ministro de Relaciones Exteriores argelino Lajdar Brahimi lo reemplace como emisario de la ONU y la Liga Árabe para Siria, que lleva 17 meses de violencia.  

Brahimi, según indicaron diplomáticos de Naciones Unidas en Nueva York, aceptaría la misión con la condición de obtener el apoyo formal del Consejo de Seguridad de la ONU.  

Desde Ammán, en donde encontró refugio, el ex primer ministro sirio Riyad Hijab, estimó en una conferencia de prensa que el régimen se encuentra «hundido militar, económica y moralmente» y que «sólo controla el 30% del territorio de Siria».  

El gobierno de Estados Unidos decidió levantar las sanciones en su contra y afirmó que alentaban a otros responsables civiles y militares a «rechazar al régimen».   Ante el deterioro de la situación humanitaria, la secretaria general adjunta de Naciones Unidas para los Asuntos humanitarios, Valerie Amos, se reunió en Damasco con varios miembros del gobierno, entre ellos el nuevo primer ministro Wael al Halqi.  

El secretario de Estado a cargo de la Reconciliación Nacional, Alí Haidar, con quien se reunió Amos, afirmó que el regreso de más de un millón de desplazados a sus hogares no era una «misión de la ONU ni de las instituciones internacionales» sino del gobierno sirio que tiene como «prioridad» el «cese de la violencia». 

Allanamientos en Damasco. En el terreno los combates continuaban entre rebeldes y fuerzas gubernamentales que concentran sus operaciones en las dos principales ciudades del país, Damasco y Alepo.  

Según un periodista de la AFP en Alepo, entre las filas de los combatientes rebeldes se refuerza un sentimiento anti occidental. Critican a las potencias occidentales que los dejen morir.  

«Hubo enfrentamientos en Saif al Dawla y Salahedin y se escucharon explosiones en esos dos barrios» de Alepo, indicó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que dio cuenta de bombardeos en los barrios de Sajur, Hanano y Shaar (este).  

El ejército regular lanzó el 28 de julio una operación de gran envergadura en esta ciudad del norte.  

La agencia oficial siria Sana indicó que uno de sus fotógrafos resultó herido el lunes en Salahedin mientras que un periodista de la televisión iraní en árabe Al Alam fue secuestrado por rebeldes en Homs (centro), según este canal.  

La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) exhortó a la oposición a condenar la violencia contra los periodistas en momentos en que la prensa que está a favor del régimen se convirtió en un objetivo de los rebeldes.  

En Damasco, en donde a mediados de julio comenzaron violentos enfrentamientos, el ejército continuó los allanamientos y los arrestos comenzados el lunes en el centro de la ciudad, siempre según el OSDH.  

Los militares avanzaban hacia el corazón de la ciudad vieja «a la búsqueda de armas y militantes», explicó un comerciante del centro de la ciudad.  

Según un balance provisorio del OSDH 89 personas murieron el martes, de las cuales 53 civiles. La violencia dejó más de 23 mil muertos en 17 meses según el OSDH. 

Cumbre de países musulmanes. En La Meca, Arabia Saudita, los países de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), se orientaban este martes por la noche hacia una suspensión de Siria del foro islámico.  

Según un proyecto de comunicado final del que la AFP obtuvo una copia, la cumbre «aprueba la suspensión de adhesión de Siria a la OCI», una medida recomendada por la reunión ministerial preparatoria que se llevó a cabo el lunes en Yeda (oeste de Arabia Saudita).  

Esta medida simbólica tiene por objetivo aislar aún más al régimen del presidente Bashar al Assad, cuyo país ya fue suspendido en noviembre de la Liga Árabe. Irán se opone a tal medida.  

También en el frente diplomático, Ahmad Fawzi, portavoz del mediador renunciante de la ONU y de la Liga Árabe Kofi Annan, confirmó que Siria dio su acuerdo a la propuesta del ex ministro argelino de Relaciones Exteriores, Lajdar Brahimi, de 78 años, para encabezar la mediación internacional sobre Siria.  

Pero, agregó, «no hubo hasta ahora ninguna decisión (…) de parte del secretario general de la ONU».  

La secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton conversó por teléfono con varios ministros de Relaciones Exteriores occidentales de los medios para coordinar su acción en vistas de acelerar la partida del presidente sirio.