SANTO DOMINGO. Las imágenes que captó el lente del artista plástico dominicano Marcos Guerra, durante su viaje por el desierto de Sinaí, Egipto, donde convivió con beduinos nómadas por tres semanas se exhiben en una colectiva inaugurada en la Casa de los Árabes, en La Habana, Cuba, con motivo de las fiestas nacionales de Egipto que celebra la comunidad árabe en la isla.

Radicado en Bélgica, Marcos Guerra, pasea su arte por países de Europa, América Latina y El Caribe, incluyendo su terruño República Dominicana donde inauguró su muestra «Periplos» en junio pasado.

Las fotografías de Guerra forman parte de la colectiva que se exhibe en la Casa de los Árabes, uno de los museos del Centro Histórico de La Habana, Cuba.   La actividad es organizada y coordinada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y representantes de la Unión Árabe de Cuba.  La comunidad árabe en esta isla programa cada año durante el mes de julio una serie de actividades, entre ellas culturales, con motivo de las fiestas nacionales de Egipto. «En la muestra quiero dar constancia de la hospitalidad de esa gente noble de las que aprendí mucho, sobre su cultura, tradiciones, creencias y mitos.   Durante noches interminables, iluminadas por fogatas aprendí anécdotas e historias de sus antepasados», manifiesta Guerra, describiendo la esencia de sus imágenes.

El momento histórico cumbre de la presencia árabe en Cuba se origina a partir de la segunda mitad del siglo XIX, y hasta la primera del XX con la entrada de libaneses, palestinos, sirios y –en menor escala- de egipcios, libios, argelinos y yemenitas.