Exhiben «La cárcel de La Victoria» en festival de cine

Exhiben «La cárcel de La Victoria» en festival de cine

SAN SEBASTIÁN (España) (EFE).- La República Dominicana y Uruguay exhibieron ayer dos películas en el 52 Festival Internacional de Cine de San Sebastián, «La cárcel de La Victoria, el cuarto hombre», de José Pintor, como novedad, y «Whisky», de Pablo Stoll y Juan Pablo Rebella, premiada ya en otros certámenes.

   Pintor, español residente en Santo Domingo e invitado por el Festival para presentar su primer largometraje en la sección «Sales Office», concibió la idea del filme después de una visita a la prisión de La Victoria, en la capital dominicana, una de las más hacinadas y peligrosas del mundo.

   El director vio en esa cárcel, «diseñada para albergar a noventa presos, pero en la que hay cinco mil internos», la posibilidad de rodar allí dentro y mostrar cómo se desarrolla la vida de los internos.

   El guión exigía que el penal fuera visto por alguien que pudiera sorprenderse ante una realidad tan cruda y por eso fue elegido como protagonista un actor español, Paco Luque, que, como cualquier europeo, «tendría unos parámetros absolutamente distintos de lo que es una prisión».

   La historia, en la que desempeña un papel principal el actor venezolano Julio Motta, se desarrolla dentro de la cárcel de La Victoria, a donde el protagonista entra voluntariamente, instigado por su esposa para averiguar quién mató al hijo de ambos.

   Luque, quien asistió en San Sebastián a la presentación del filme, dijo a EFE que en su vida como persona y como actor «hay un antes y un después» tras la experiencia en esa prisión.

   «Allí dentro hay un micro-mundo en el que todo se compra y todo se vende», indicó Luque, quien reconoció que su seguridad estuvo garantizada por unos cuantos presos que le cuidaron, «siempre a costa de dinero, tabaco…».

   Acerca de las condiciones del rodaje, el director señaló que las autoridades dieron el permiso «convencidas tal vez de que el equipo no se atrevería a cruzar las puertas de la prisión».

   Después, según Pintor, la película estuvo prohibida por el antiguo procurador Víctor Céspedes, pero ahora su sucesor, Francisco Domínguez, ha dado vía libre «probablemente porque sabe que será una forma de obtener cooperación internacional para poder cerrar esa prisión y construir otra, con dignidad».

   «La cárcel de La Victoria, el cuarto hombre», una producción dominicana en la que participa la productora española Hispaniola Films, será exhibida dentro del penal el próximo día 27 y estrenada en los cines de la República Dominicana el 14 de octubre.

   Además, el filme abrirá el Festival de Cine de Santo Domingo, dedicado este año a España, el 7 de octubre, y a partir del 20 de ese mes estará en la cartelera de veinte salas de Nueva York.

   En el caso de la película uruguaya, que ya ha cosechado premios y abundantes reconocimientos, sus directores la presentaron en la sección Zabaltegi del Festival de San Sebastián, que ofrece obras que han estado en otros festivales.

   Por «Whisky» pasan tres personajes con un denominador común, la melancolía.

   Se trata de un empresario textil judío que recibe en Uruguay la la visita de su hermano que vive en Brasil con ocasión de un rito judío en el que es colocada la lápida de un difunto un año después de su muerte, en este caso la madre de ellos.

   El hombre se vale de una mujer que ejerce como su secretaria para fingir ante su hermano que está casado y, a partir de la llegada de él a casa, suceden episodios llenos de humor mezclados con situaciones absurdas y tristes que reflejan la rutina en que viven y de la que les cuesta desprenderse.

   Sólo sonríen o parece que lo hacen cuando alguien les pide que digan «whisky» para una foto.

   La película tiene un «final abierto» y los directores prefieren que sea así, «para que el espectador reflexione y se haga preguntas».

   Como dice Rebella, «las películas que dan respuestas o soluciones tienen una cuota de autoritarismo que no me gusta; mejor, a mi modo de ver, cuando dejan incógnitas y dan lugar a reflexiones».

   La película uruguaya, interpretada por Andrés Pasos, Jorge Bolani y Mirella Pascual, es una coproducción de Control Zeta Films, de Montevideo, y de Wanda Visión, de España.

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