Darío Ortiz habla de develar lo invisible como deber del artista con su tiempo, del descubrimiento del cuerpo más allá del objeto de deseo. Cuarenta obras, entre pinturas y dibujos, conforman la exposición itinerante “Retratos del cuerpo”, que este artista colombiano presenta en el Museo de Arte Moderno (MAM) hasta el 31 de enero de 2016.

Al referirse al trabajo de Ortiz, Amable López Meléndez, curador jefe del Museo de Arte Moderno, habla de dos núcleos visiblemente precisados que modulan esta propuesta curatorial: “El primer grupo se define con una serie de composiciones contextuales (de conjunto) donde la representación vital y ‘performativa’ del cuerpo y sus personajes desatan una profusa y sugestiva potencialidad metafórica; mientras que el segundo grupo se establece con una serie de obras donde el artista se autorretrata y dialoga con sus modelos en el taller”.

Darío Ortiz nació en Ibagué-Tolima, Colombia. Ha realizado un centenar de exposiciones colectivas en más de 20 países y más de 30 exposiciones individuales en Italia, Estado Unidos, Francia, Austria, Eslovaquia, China, Corea del Sur, Argentina, Ecuador, Venezuela, México y Colombia.

Como parte de sus exposiciones individuales se encuentran las realizadas en el Museo Maguncia, Argentina; Museo Rayo, Roldanillo, Colombia; Guan Xiang Art Gallery, Seúl, Corea del Sur (2010); Museo de Arte de Shangdu, Zhengzhou, China (2011); Museo de Armenia y el Quindío, Colombia (2014). Entre las exposiciones están “Retratos del cuerpo”, Museo Felipe Santiago Gutiérrez, Toluca, México y “El espejo y la máscara”, Museo del Pueblo de Guanajuato, México (2015).

Durante la apertura de la muestra, la directora del MAM, María Elena Ditrén, valoró la obra de Darío Ortiz, refiriendo que “los retratos del cuerpo son metáforas, alegorías y “reivindicaciones sociales y personales contra la cultura de consumo”. Ejercicios de exquisita plasticidad que resaltan la belleza de los cuerpos desnudos, desprovistos de toda carga subliminal; para resaltar, en su imperfecta naturalidad, su desinterés en los modelos estereotipados y los inverosímiles cánones estéticos de la actualidad.