Exhibirán huevo con valor de 30 millones de dólares

Exhibirán huevo con valor de 30 millones de dólares

LONDRES. Un objeto comprado en un mercado de pulgas por un chatarrero estadounidense y que acabó en su cocina era uno de los huevos que Fabergé hizo para los zares de Rusia y cuyo valor es de unos 30 millones de dólares.

El huevo será exhibido en abril en Wartski, el anticuario de Londres que dio con él y se lo vendió a un coleccionista.

Los huevos Fabergé eran unas joyas en forma de huevo que realizaba el legendario joyero de San Petersburgo para regalar en Pascua.

Los emperadores Alejandro III y Nicolas II compraron 50 -los llamados «imperiales»- entre 1885 y 1916, y el que estaba en manos del chatarrero estadounidense era uno de los ocho de los que se ignoraba su paradero.

El anticuario londinense Wartski expondrá la joya del 14 al 17 de abril. El huevo recuperado fue regalado por Alejandro III a su mujer María Feodorovna en 1887.

El chatarrero, que quiso conservar el anonimato, lo compró por 14 mil dólares hace unos años con la esperanza de sacar más dinero por la venta de sus partes de oro o del reloj que contiene en su interior, un Vacheron Constantin.

Pero nadie se interesó y el bello objeto acabó en su cocina. Hasta que un día, desesperado por lo que entonces le parecía un negocio ruinoso, buscó en internet «Vacheron Constantin» y «huevo» y dio con un artículo en el diario inglés Daily Mail que le dio una idea aproximada de lo que podía tener entre manos.

En él, el director de Wartski, Kieran McCarthy, hablaba del huevo perdido y estimaba que podía valer unos 20 millones de libras (33 millones de dólares, 24 de euros).

El chatarrero voló a Londres con unas fotos de la joya y se las mostró a McCarthy, que no salía de su asombro y que fue a su vez al pequeño pueblo del medio oeste estadounidense para corroborar la autenticidad del huevo y comprarlo, antes de venderlo a un coleccionista que permitió que se exhiba unos días.

«Es el descubrimiento más increíble», explicó McCarthy.

El huevo «viajó del San Petersburgo imperial al cinturón de acero de América. Es una historia que merece ser contada». «Es un acontecimiento increíble porque los huevos de Pascua son el mayor objetivo de cualquier anticuario», agregó.

El huevo fue visto públicamente por última vez en 1902, en una exposición en San Petersburgo y en 1922 la Revolución comunista lo vendió en el marco de su política de convertir «tesoros en tractores». Lo último que se sabía hasta hace poco era que se había vendido en Nueva York en 1964 por casi 1.500 dólares.

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