Exhorta a encargados juntas
actuar  con total transparencia

Exhorta a encargados juntas<BR>actuar  con total transparencia

POR LOYDA PEÑA
La doctora Aura Celeste Fernández afirmó ayer que los responsables de todas las Juntas Electorales están obligados desde ya, y hasta que concluyan las elecciones del 2008, a ceñirse el traje de la “imparcialidad”, so pena de poner en riesgo su honra y su credibilidad.

Dijo que este es un momento en que el país necesita de paradigmas; de hombres y mujeres con la capacidad, el desprendimiento, el arrojo, la honestidad y la verticalidad necesarias  “para constituirse en referentes que levanten la moral colectiva”.

La juez titular de la Junta Central Electoral (JCE) habló en esos términos al dirigirse a los participantes en el Seminario Motivacional para Miembros Titulares de las Juntas Electorales, realizado en el hotel Santo Domingo de esta capital.

Afirmó que cuando se es árbitro entre contendores “que muchas veces están cargados de las más intensas pasiones”, asumir el compromiso de dirigir una junta Electoral, es un riesgo; sin embargo, dijo que eso “no puede ni debe atemorizarnos”, sino asumir conciencia de ello y fortalecer el espíritu.

“Hacernos desde ya  nuestro traje de imparciales, que tenga la fortaleza de doblegar los designios del corazón, colocándonos a nosotros mismos y al entendimiento de todos y de todas, en nuestras  comunidades, como autoridades confiables, incapaces de torcernos para favorecer el interés de uno de cualesquiera de los competidores”, subrayó la doctora Fernández.

Señaló que en el quehacer electoral cada coyuntura es de cuidado, por lo que es muy importante gobernar internamente las preferencias electorales, para evitar que éstas “no limiten ni dobleguen nuestra obligada imparcialidad”.

 Además, manejar todo con la mayor transparencia, aplicar el principio que dice que “lo que es igual no es ventaja”, y en ese sentido, “lo que dice o  hace con un delegado o dirigente político de un partido, hacerse con todos”.

La doctora Fernández dijo que por experiencia propia aquí todo el mundo sabe que la confianza no se decreta, sino que se gana, y que eso implica un proceso de construcción de lo que se busca; y parafraseando un refrán popular les recordó que además, “la mujer del césar no debe tan solo ser seria, sino también aparentarlo”.

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