Por MARIEN ARISTY CAPITAN
A pesar de que cuenta con más recursos económicos, la educación de la República Dominicana ha retrocedido a un punto tal que pasó del doceavo al penúltimo lugar en el contexto de los indicadores latinoamericanos de cobertura, eficiencia y calidad.

Así lo dijo  ayer Lorenzo Guadamuz, experto internacional en educación.

Tras explicar que el país había pasado del último puesto al número doce gracias al Plan Decenal de Educación del año 1992, Guadamuz dijo que es necesario que vuelvan a aunarse las voluntades para mejorar la calidad del sistema educativo.

Reconociendo que se ha avanzado bastante en cobertura, Guadamuz sostuvo que es importante que los empresarios dominicanos hayan decidido integrarse a las labores de rescate de la educación, tal como lo establecieron ellos mismos durante el “Foro Empresarial por la Educación”

Esta experiencia, sin embargo, no es nueva puesto que ya se vivió una muy similar cuando Gustavo Tavares decidió fundar con sus propios recursos Acción para la Educación Básica (EDUCA).

Guadamuz recordó  que el Plan Decenal se destacó por su pluralismo y participación amplia de todos los sectores y  señaló que de cara al nuevo plan que se está discutiendo, los empresarios deben concentrarse en desarrollar cuatro o cinco acciones que sean realizables.

Como parte de esas acciones, subrayó Guadamuz, está el seguimiento que los empresarios deben darle a toda sociedad para que aporte a la mejoría de la educación. “El pacto no es solamente de obligar al Estado, es de obligarnos todos”, dijo Guadamuz, quien trabajó en el diseño del Plan Decenal de Educación.

Por otra parte, señaló Guadamuz, también es vital que los profesores se comprometan con el proceso. ¿Cómo lograr esto? La fórmula que ofrece Guadamuz es simple: cubriendo sus necesidades básicas y mejorando sus condiciones profesionales y de vida. Es decir, dignificando su situación.

Y es que, manifiesta, es importante recordar que no se educa en las oficinas centrales, en las secretarías, en los distritos o en las rectorías de las universidades sino en las aulas de las escuelas, en el hogar y en los medios de comunicación colectivos.

Tomando eso en cuenta, Guadamuz señaló que la educación no se mejora a través de programas pilotos. “No se trata de tener un proyecto piloto, de que cien trabajan bien, es que tienen que trabajar todas las escuelas bien. Ello requiere de profesores que se sientan comprometidos con el proceso de enseñanza-aprendizaje”.