El especialista en frutales Sixto A. Bisonó consideró que los productores de frutas del país deben preocuparse por lograr alta productividad, bienestar y calidad de vida, empoderamiento y la consolidación de las organizaciones locales y el manejo sostenible de los recursos naturales de sus zonas.
“En la actualidad, ¿podemos medir el nivel de éxito de cada proyecto?”, se preguntó Bisonó y agregó que dónde está la capacidad de las asociaciones rurales para movilizar recursos internos en forma creciente, disminuyendo los subsidios y aportes externos.
Cuestionó la capacidad de esos grupos crecientes de pobres rurales, quienes se lanzan a producir sin haber recibido ni siquiera una guía para el manejo de sus cultivos, “porque nuestro sistema de asistencia rural está contaminado en varios aspectos”.
El especialista en frutales se preguntó que cuándo llegará la asistencia del Ministerio de Agricultura para capacitar a los pobres rurales, a que se conviertan en emprendedores, agregando valor a los frutos que producen, con la instalación de paneles solares para la producción de energía.
Además, piensa que hay que desarrollar industrias a nivel de campo para la creación de empleos y elevar el nivel de vida de las familias, “pero cómo asegurar la comercialización de los productos, si nuestras asociaciones no poseen medios de transporte para llevar los productos a pequeños mercados en los centros urbanos de las grandes y medianas ciudades del país, para transformar el producto en dinero efectivo”.
Dijo que “sería bueno saber dónde están nuestros cónsules comerciales reportando necesidades de consumo para la diáspora dominicana y de Latinoamérica para que esas informaciones nos lleguen a quienes bañamos la tierra con nuestro sudor”.
Recordó que el país cuenta con institutos de la Uva, del Café y del Tabaco, “pero dónde está el Instituto de los frutales, el cual se lo solicitamos ahora al ministro de Agricultura, Osmar Benítez, para que pueda atender nuestro sector compuesto por las frutas más demandadas del mundo: banano, piña, mango, aguacate, lechosa, cajuil, pitahaya, carambola, chinola, lulo, castaño y coco, entre otras, cuya demanda crece continuamente en el mercado internacional”.
Bisonó dijo que una carambola le cuesta US$1.50 al consumidor en Estados Unidos. “No podemos seguir sin una entidad que ayude a retribuirle al hombre que baña la tierra con el sudor de su frente”.
Citó algunas variedades de aguacates Hass, Dr. Dupuis, Waldin, Pollock, Carla, Hall, Popenoe y algunas criollas.