BEIRUT. AP. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, exigió ayer al presidente de Siria que deje de matar a su propio pueblo y afirmó que el viejo orden de gobiernos unipersonales y dinastías familiares se acabó en el Medio Oriente.
Al pronunciar el discurso central en una conferencia en Beirut sobre la democracia en el mundo árabe, el responsable de la ONU afirmó que las revoluciones de la Primavera Arabe demuestran que la gente ya no tolera la tiranía. Hoy, le vuelvo a decir al presidente Assad de Siria: Cese la violencia. Deje de matar a su pueblo, exclamó Ban. Millares de personas han muerto en la represión acometida por el gobierno contra el levantamiento opositor que comenzó hace 10 meses y que ha tenido en las últimas semanas un sesgo cada vez más militarizado con un riesgo mayor de una guerra civil. El gobierno de Siria aceptó el mes pasado un plan de la Liga Árabe que prevé el fin de la represión, el retiro de tanques y otro armamento de grueso calibre de ciudades, la liberación de presos políticos e ingreso de observadores.