ROMA (AP) La antigua monarquía italiana ha pedido 260 millones de euros (380 millones de dólares) por daños y la devolución de las propiedades confiscadas incluyendo el palacio presidencial del Quirinal por haber sido expropiada de sus bienes y enviada al exilio al concluir la Segunda Guerra Mundial.
El linaje de los Saboya, que se remonta al siglo X, unificó Italia en el siglo XIX y gobernó el país hasta 1946, cuando en un referéndum fue abolida la monarquía antes del advenimiento de la república. Dos años después, la nueva constitución italiana prohibió al último rey, Humberto II, y sus descendientes varones residir en Italia. Se exiliaron en Portugal y Suiza.
Los Saboya, encabezados por el hijo del rey, Víctor Manuel, regresaron en el 2002 cuando esa cláusula fue derogada. El miércoles, la familia real y sus abogados dijeron que enviaron cartas al primer ministro Romano Prodi y al presidente italiano Giorgio Napolitano solicitando las compensaciones. Sostuvieron que el exilio fue una violación de los derechos humanos de los Saboya conforme a la Convención Europea de Derechos Humanos, que considera esa práctica inhumana y degradante.
Se violaron los derechos
La familia Saboya justifica su petición al asegurar que durante los años del exilio se violaron los Derechos del Hombre, establecidos por la Convención Europea». Seguiremos adelante con esta causa porque queremos que se haga justicia. Los italianos tienen que saber qué quiere decir estar exiliado y que te quiten todos los derechos civiles, añadió Manuel Filiberto.