La empresa publicitaria  Impacto Urbano desmintió la afirmación del síndico Roberto Salcedo en el sentido de que la “ha llamado tres veces a firmar contrato y no ha querido”, entregó copias de las cartas de la empresa solicitando cita para discutir las diferencias y emplazó al ejecutivo municipal a mostrar una sola comunicación firmada por él o por otro funcionario convocándolo a una reunión.

Al responder a declaraciones de Salcedo durante su participación en el Almuerzo de los Medios del Grupo Corripio,  Miguel Pedro Sheppard suministró copias de todas las cartas enviadas por Impacto Urbano al síndico y a otros ejecutivos del cabildo, solicitando una cita para regularizar la situación entre ambas entidades.

Las cartas de Impacto Urbano están fechadas el 31 de marzo y el 4 de mayo del 2004, y el 27 de octubre del 2006. En esta última comunicación a la firma de Mauricio Meizen,  gerente general, se le recuerda a Salcedo que “en varias ocasiones le hemos expresado nuestro interés de que nos reciba para discutir todo lo relacionado con nuestra empresa y el Ayuntamiento del Distrito Nacional, y hasta la fecha no hemos recibido ninguna respuesta”.

En otra comunicación suscrita por el doctor Rolando Cruz Bello, abogado de la firma, se solicita al presidente de la Sala Capitular, Gabriel Castro, un turno para participar en la sesión del  organismo para “exponer los conflictos que se vienen originando entre  el Ayuntamiento del Distrito Nacional y la empresa que represento”.

Sostuvo que el desmantelamiento de las vallas de Impacto Urbano se hizo con la única finalidad de negociar los espacios con las empresas Eudom   y Colorín, a las cuales se les ha concedido el derecho de instalar 300 muebles publicitarios cada una.

En cuanto a la existencia de contrato entre Impacto Urbano y el Ayuntamiento, Sheppard dijo que el contrato existe desde el momento en que el cabildo autorizó a esa empresa  instalar las vallas lumínicas en los espacios públicos de la capital y aceptó los pagos correspondientes por ese concepto. La relación contractual entre el Ayuntamiento e Impacto Urbano data del año 1999, cuando la Dirección de Tránsito Urbano le autorizó  instalar las primeras vallas lumínicas, antes de que fuera aprobado el Reglamento de Publicidad Exterior, siendo ratificado mediante un acuerdo transaccional firmado por el pasado síndico Johnny Ventura y el presidente de Impacto Urbano, que tiene el mismo valor de un contrato ante la ley,  apuntó.