POR TANIA HIDALGO
El director de la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), Servio Tulio Castaños Guzmán, pidió ayer sanciones drásticas para los responsables de la tragedia en la cárcel de Higüey y planteó que esto puso de manifiesto que el sistema carcelario dominicano está plagado de debilidades.

Las cárceles, dijo, carecen de un sistema de seguridad y de las 33 que hay en el país, sólo en once hay dispensario médico.

«Tenemos un precedente muy lamentable que fue el incendio ocurrido en la cárcel de La Vega hace unos años, donde murieron 33 reclusos, y que, aún cuando se determinó que hubo negligencia, hoy en día no hay una persona presa por ese hecho. Ojalá que en esta ocasión eso no se repita», precisó.

Al participar en el Diálogo Jurídico de HOY, Castaños Guzmán se preguntó cómo es posible que en una cárcel se esté hablando de que la causa de un incendio fue el tráfico de drogas interno y que uno de los presos portaba un arma de fuego.

«Ahí existe, evidentemente, no sólo negligencia, sino una barbaridad. Situaciones de esa naturaleza no se pueden justificar. Ojalá que se llegue a las últimas consecuencias caiga quien caiga», dijo.

Castaños Guzmán cuestionó que todavía el 60% de las cárceles que continúan operando fueron las construidas por el dictador Rafael Leonidas Trujillo.

Dijo que espera que esta tragedia sirva como punto de partida para que esa área del sistema de justicia real y efectivamente mejore.

Ayer se refería Castaños Guzmán a la graduación de la Cuarta Promoción de la Policía Penitenciaria, «pero miren con qué se destapa el sistema hoy, con la muerte 133 personas que por falta de seguridad y de responsabilidad de las autoridades, de una u otra forma, se perdieron esas vidas. Eso no hay quien lo repare».

«Es un doble crimen. Primero por la muerte en sí y luego porque no se pudo demostrar si eran personas inocentes, gente que probablemente iba a ser descargada. Eso no hay quien lo repare», puntualizó.

El director de la FINJUS participó en el Diálogo Jurídico de HOY acompañado de la presidenta de la institución, Fabiola Medina, quien también planteó que en el sistema carcelario hay grandes debilidades.

«En este caso estamos esperando una investigación seria del ministerio público, en la que se establezcan responsabilidades y se castigue a los responsables», señaló.

Asimismo, abogó por que se establezcan sistemas de prevención.

Dijo que el sistema carcelario debe evolucionar de manera que desaparezca el alto grado de hacinamiento y sea preferible, en un momento determinado, que el preso se escape y no que muera quemado.”

Los directivos de la FINJUS estimaron que se deben construir nuevas cárceles con la debida amplitud para que los presos puedan permanecer allí en condiciones óptimas.

«La capacidad carcelaria del país es de 7,400, sin embargo, hay 13,584 personas presas, inclusive hay cárceles en las que la sobrepoblación es mayor al 150%. Tú no puedes pedirle a la naturaleza más de lo que ella es capaz de dar, o sea no hay un sistema que funcione con un hacinamiento de esa magnitud, como dice la canción, las cárceles aquí son un verdadero cementerio de hombres vivos», dijo.

En ese sentido, añadió que desde la FINJUS han estado apoyando la Policía Penitenciaria, por entender que de una u otra forma contribuirá al mejoramiento de la administración interna de las cárceles.

No obstante, significó que eso no basta y que se hace necesaria la construcción de cárceles nuevas, de alta seguridad.

En tanto, Medina se quejó del bajo presupuesto destinado para esa área.

«Consistentemente las administraciones que se han sucedido en la República Dominicana no se han preocupado por asignar el presupuesto que corresponde para resolver un problema tan serio como este», lamentó.

Dijo que se habían quejado de que pese a que el presupuesto del ministerio público fue duplicado con relación al del año pasado todavía es insuficiente para lo que se necesita.

JUSTICIA ES DÉBIL

Al referirse al tema de corrupción, Medina reiteró que el Poder Judicial debe tomar acciones más contudentes en la lucha contra la corrupción.

Fue enfática en señalar que el sistema de justicia en República Dominicana es lento y está plagado de formalismos, además de que carece de la firmeza necesaria como para imponerse a muchos abogados incidentalistas que utilizan el procedimentalismo como una manera de chantajear la justicia y retardar indefinidamente los casos.

Dijo que no existe una condena de los últimos grandes casos de corrupción, a excepción de uno y el responsable fue indultado. «Entonces está claro que la justicia como tal tiene que revisarse», puntuaizó.

Manifestó su preocupación por la situación de los jueces, ya que ha habido un evidente retraso en el conocimiento de los casos y las decisiones, cuando se producen, son inexplicablemente benévolas.

«Realmente no las entendemos desde el punto de vista técnico y en ese caso hay mucho camino que recorrer en lo que es evaluación, reclutamiento y todo el sistema de inspectoría judicial, porque cuando hay indicios tan evidentes, tan groseros, entendemos nosotros que algo anda mal», sostuvo Medina.

En el encuentro, Medina dijo que desconoce qué está pasando en la justicia porque ni está funcionando con la celeridad necesaria ni tampoco en los casos en que hay indicios de que los manejos no han sido los mejores, ha habido una investigación satisfactoria que explique esa decisión, «lo que realmente nos preocupa».

No obstante, dijo que ante sus inquietudes han tenido muy buena respuesta de parte de la Suprema Corte de Justicia, «e incluso, en muchos de los casos a los que nos hemos referido se han tomado acciones».

En cuanto al ministerio público – dijeron – que con la vigencia del nuevo Código Procesal Penal ese sector asume una actitud más activa en la que puede demostrar que es eficiente y funcionable.

POLITICA ANTICORRUPCIÓN

Para los directivos de la FINJUS en el país no hay una verdadera lucha contra la corrupción.

«Quizás esta Comisión de Ética y Lucha contra la Corrupción defina alguna política, pero hasta ahora no existe», dijo Medina.

En tanto, Castaños Guzmán dijo que debe haber una coherencia entre lo que se predica y práctica.

«La verdad es que las autoridades deberían prestarle mucho más atención al problema de la corrupción», dijo.

No obstante, dijo que la FINJUS saludó la creación de la Comisión Nacional de Ética, «pero quisiéramos, en honor a la verdad, que se comiencen a dar pasos concretos porque de una u otra forma la población está desencantada con las constantes denuncias de corrupción».

Concluyó en que la población tiene la impresión de que falta voluntad para combatir la corrupción.

«Si no hay voluntad, no vamos a poder, real y efectivamente, ganarle la batalla a la corrupción, la cual está destruyendo las instituciones sobre las cuales se sustenta el sistema democrático», precisó Castaños Guzmán.