POR LUIS M. CARDENAS
La muerte de la profesora Yanet López Reyes, causada por un desconocido en su propio apartamento, ha destrozado a sus familiares y amigos, quienes también dijeron esperar que él o los culpables sean traducidos a la justicia.

La víctima, de 42 años, era psicóloga, graduada en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y se especializó en psicología escolar y clínica, en lo que se desempeñaba como profesora del colegio Arroyo Hondo.

Fue orientadora y profesora de varios centros de estudios públicos y privados de Santo Domingo.

El día de su asesinato impartió un curso sobre autoestima al personal docente y administrativo del colegio Arroyo Hondo, donde llevaba más de 5 años laborando.

También prestó servicios como profesora en los colegios El Nido, Arcoiris, Cristo de Los Milagros y Siglo XXI, en la Zona Oriental.

La profesora López Reyes dejó en la orfandad a sus tres hijos, Yanelvin, Melvin y Eviana, de 14, 8 y 4 años de edad, quienes presenciaron el asesinato de su madre.

De acuerdo al periodista Oscar López Reyes, hermano de la víctima, la Policía hizo un retrato hablado del asesino que disparó al tórax de la profesora.

En una nota, el ex presidente del Colegio Dominicano de Periodistas califica de horrible el hecho en que su hermana perdió la vida.

Añade que el asesino fingió ser mensajero de una compañía privada, para accesar a la vivienda en la calle Sur del Ensanche Luperón, en el Distrito Nacional.

El ex fiscal adjunto de la provincia Santo Domingo, Elvis Herrera, esposo de la víctima, está detenido en la Policía donde es interrogado por agentes del Departamentos de Investigaciones Criminales, ya que había sido amenazado en varias oportunidades y hace tres meses desconocidos incendiaron su jeepeta.

López Reyes dice que aconsejó, en varias oportunidades, a su hermana y a su cuñado Herrera para que denunciaran en la Policía las amenazas que estaban recibiendo, pero que no le hicieron caso.

Explica que en las Navidades pasada escuchó que una bala perdida le había impactado (a Herrera) en un brazo, aunque añadió que esa versión le pareció rara.

Señala que el ex fiscal adjunto nunca le contó la verdad sobre sus relaciones con terceros, quienes, a su entender, fraguaron la tragedia, pero asegura que ha trabajado de cerca con los investigadores de homicidios de la Policía y que pronto habrá resultados.

Manifiesta que junto a sus familiares no estarán tranquilos hasta ver descubiertos, arrestados y condenados a los asesinos material e intelectual de la profesora López Reyes.