SANTIAGO.- La Sociedad de Padres y Amigos de la escuela básica de la comunidad de Colorado en este municipio, exigió este jueves a las autoridades del Ministerio de Educación, concluir la reconstrucción de la pared perimetral, que fue intervenida para reforzar las columnas, pero los trabajos fueron abandonados, dejando el plantel sin protección.

La verja que rodeaba la cancha, donde además de los estudiantes del recinto, los jóvenes de la comunidad la utilizan para recrearse, también fue quitada, supuestamente, para reponerla por una nueva, pero esos trabajos también se mantienen paralizados.

Joselito Guzmán, representante de la Sociedad de Padres y Amigos, dijo que la escuela donde estudian alrededor de 800 alumnos, se encuentra sin protección, ya que en varias ocasiones, jóvenes que no estudian en el plantel, e incluso delincuentes, penetran al recinto y se mezclan con los estudiantes.

“El problema fundamental es que tenemos dos años luchando por el mejoramiento de la infraestructura de esta escuela. Nosotros mismos tuvimos que colocar esa pared que la rodea, pero hace un año, supuestamente para reforzarla, le quitaron las columnas y ahora está la pared con esos hoyos, por donde facialmente cabe una persona”, explicó Guzmán.

El dirigente comunitario expresó que la contratista de la obra, encargada por el Ministerio de Educación, abandonó los trabajos sin dejar rastros, llevándose también los materiales destinados para la reconstrucción de la pared perimetral y la verja de la cancha de baloncesto.

“La pared ya está a punto de colapsar, está rota y tiene hoyos, donde cuando llueve se acumula agua y provoca contaminación. Con la delincuencia que hay en este país, este sector no escapa de los malhechores, quienes se mezclan con los estudiantes y entran a la escuela como si estudiaran aquí”, indicó Guzmán.

El peligro aumenta para los estudiantes más pequeños, entre 5 y 7 años de edad, quienes durante el receso se recrean entre los hoyos y los tubos de la verja.

La señora María Estévez, madre de dos niñas de 9 y 11 años que estudian en la escuela, teme que sus hijas puedan resultar lesionadas o mucho peor, que sean agredidas por personas ajenas al plantel que se encuentra sin protección de la calle.

“Estamos sufriendo las consecuencias. La comunidad construyó la pared, precisamente para proteger la escuela, pero vienen y la destruyen y lo que hacen es un daño. Ahí se está perdiendo nuestro esfuerzo y se produce el riesgo que tienen los estudiantes de ser malogrados por los escombros. A la verja de la cancha sólo había que ponerle nuevos tubos, pero los quitaron y no sabemos donde están los tubos y las  mallas”, dijo Estévez.