Exijamos a EUA mayor ayuda

Exijamos a EUA mayor ayuda

JOSÉ BÁEZ GUERRERO
j.baez@codetel.net.do
A mi me asombra que ciertos auto-proclamados paladines de la lucha criolla contra el narcotráfico, ante el nuevo reporte de Washington sobre cómo ha aumentado el trasiego de droga aquí, prefieran salir en defensa de Hugo Chávez en vez de exigirles a los americanos que asuman su responsabilidad asistiéndonos a resolver un problema impuesto por ellos mismos. 

 Hace dos años, fue un escándalo conocer que el flujo de drogas en nuestra isla se había cuadruplicado entre 2001 y 2005. El caso dominicano se hizo peor que el haitiano: de ocho vuelos de contrabandistas de coca provenientes de Venezuela detectados por radares norteamericanos en territorio dominicano en 2003, el número pasó a 75 en 2006; ¡se multiplicaron casi por 13! Ahora los americanos insisten en que el flujo ha vuelto a empeorar.

 Una de las declaraciones del presidente haitiano René Preval que me parecen más notables fue cuando, hace un tiempo, opinó que los culpables de que esta isla sea un pasadero de los traficantes de drogas, son los consumidores o adictos estadounidenses, pues el problema no es combatido suficientemente dentro de los propios Estados Unidos. Es preocupante que los narcotraficantes prefieran realizar sus operaciones de re-embarque en nuestro país, puesto que Haití ofrece un territorio mucho menos vigilado. Allá la fuerza antinarcóticos posee apenas un puñado de agentes para todo Haití.

 Parece un deja-vu. Ahora, como antes, los americanos dicen cándidamente que el aumento en el tráfico por aquí es atribuido a que los colombianos, bajo presión de su gobierno y de Estados Unidos, dizque usan a Venezuela como origen de los vuelos ilegales que llegan aquí para su re-embarque a Norteamérica.

 La ruta para el narcotráfico desde Venezuela a la isla de Santo Domingo ha resultado tan confiable para los contrabandistas, según un reporte del Miami Herald, que el 98% de los vuelos resultan exitosos. Es una inmensa paradoja que el éxito de los Estados Unidos al dedicar más de cinco mil millones de dólares a asistir a Colombia a combatir su problema de procesamiento y exportación de coca, tenga como consecuencia el grave empeoramiento de los efectos de ese negocio en la República Dominicana, donde la asistencia norteamericana es menos que una pitanza.   Debemos exigirle a los americanos mucho más ayuda para combatir este flagelo que su propia disipación interna nos impone.

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