Ex ingeniero de Volkswagen se declara culpable en EEUU por caso de emisiones

Ex ingeniero de Volkswagen se declara culpable en EEUU por caso de emisiones

Ex ingeniero de Volkswagen se declara culpable en EEUU por caso de emisiones

Washington .    – Un ex ingeniero de Volkswagen (VW) se declaró hoy culpable de haber participado en el desarrollo de un dispositivo para  falsear las emisiones de los vehículos diésel del fabricante de automóviles, convirtiéndose así en el primer acusado del caso abierto por las autoridades estadounidenses.

El acusado es James Liang, un hombre de 62 años con residencia en Newbury Park (California) y que, desde 1983 y hasta mayo de 2008, trabajo para Volkswagen y participó en el trucaje de los motores diésel de la compañía para ocultar sus emisiones, detalló hoy el Departamento de Justicia de Estados Unidos en un comunicado.

En su escrito de acusación, presentado en un tribunal de Detroit, la Fiscalía responsabiliza a Liang de haber conspirado con otros empleados para que los vehículos de Volkswagen equipados con motores diesel 2.0L TDI tuvieran un software especial destinado a ocultar las emisiones reales de óxido de nitrógeno.

En realidad, los vehículos con los motores diesel 2.0L TDI emiten hasta nueve veces más óxido de nitrógeno que los máximos autorizados por la legislación del país, según datos de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) y las autoridades medioambientales de California.

El caso contra el ex  ingeniero de Volkswagen comenzó en la Corte del Distrito Este de Michigan, con sede en Detroit, el 1 de junio de 2016, pero no se ha hecho público hasta hoy.

Según el Departamento de Justicia, Liang acudió hoy a la corte y firmó un acuerdo de culpabilidad en el que acepta colaborar con la investigación contra Volkswagen que anunció en enero la fiscal general, Loretta Lynch, por haber violado la Ley de aire limpio (“Clean Air Act») al haber mentido sobre las emisiones.

El fabricante automovilístico alemán y el Departamento de Justicia de EEUU siguen negociando un acuerdo para no llegar a juicio y que, posiblemente incluiría sustantivas multas económicas, como ya ocurrió por ejemplo en el caso abierto a Toyota, por el escándalo de las aceleraciones involuntarias.