JOSÉ DE JS. JIMÉNEZ O.
Usualmente una larga vida significa aleación de dos condiciones: hábitos personales moderados y el factor herencia. En cuanto a la primera condición me refiero a ser moderado en el comer, tener control en su sistema nervioso, no enfadarse por nimiedades, hacer algo de ejercicios físicos de acuerdo a su edad y ser amante a la lectura, algo fundamental para ejercitar el cerebro.

En cuanto a la herencia, hay una extensa variedad de enfermedades que se heredan, sea de una generación a la siguiente, carácter dominante en la ley de Mendel (es el que puede desarrollarse por la acción de un solo gen y aparece en la primera generación filial) o el carácter recesivo (es el que requiere dos genes para su desarrollo y a menudo no aparece en la primera generación filial pero sí en parte de la segunda).

Me viene de repente a la mente dos personalidades en los cuales se conjugaban las mencionadas cualidades: el Dr. Joaquín Balaguer y el profesor Don Federico Izquierdo.

En el sistema nervioso de los humanos, la gran mayoría de las fibras son cruzadas, es decir, el hemisferio derecho gobierna el lado izquierdo del cuerpo y viceversa: el hemisferio izquierdo gobierna el lado derecho. La vía motora principal es el haz piramidal o córtico-espinal, el cual, naciendo de la circunvalación frontal ascendente, desciende por todo el tallo cerebral cruzándose hacia el lado opuesto a nivel de la extremidad inferior del bulbo raquídeo en el 80% de sus fibras.

En aquellos que utilizan el lado derecho del cuerpo (especialmente en la escritura) estos mantienen «despierto» el hemisferio cerebral izquierdo. El hemisferio derecho permanecerá «dormido» en comparación con su homólogo. Esto es por supuesto relativo ya que los derechos pueden desarrollar cierta destreza con sus miembros izquierdos, especialmente con dicha mano izquierda, pero usualmente no pueden escribir con dicha mano.

En el caso particular de los pianistas profesionales, aquellos que necesariamente necesitan practicar muchas horas diariamente y que deben desarrollar la misma habilidad con ambas manos, la cosa es diferente. En el caso de los derechos (estamos haciendo omisión de los zurdos) lograr la misma destreza con la mano izquierda significa a veces años de práctica intensa. El Maestro Carl Czerny, pianista austríaco (1791-1857) diseñó volúmenes para el estudio del piano para la mano izquierda. Es decir, con toda la humanidad, que posiblemente los pianistas profesionales tienen ambos hemisferios cerebrales «despiertos».

Vamos a hacer una breve mención de algunos de los grandes pianistas del siglo XX (con excepciones por supuesto):

– Ignacio Paderewski, polaco (1860-1941). 81 años.

– Josef Hofmann, alemán (1876-1957). 81 años.

– Sergei Rachmaninoff, ruso (1873-1943). 70 años.

– Alexander Brailowsky, ruso. Nonagenario.

– Vladimir Horowitz, ruso. (1904-1989). 85 años.

– Myra Hess, alemana. (1890-1965). 75 años.

– Arthur Rubinstein, polaco. (1886-1982). 96 años.

– Francis Planté, francés. (1839-1934). 95 años.

– Alfred Cortot, francés. (1877-1962). 85 años.

– Wilhelm Backhaus, alemán. (1884-1969). 85 años.

– Edwin Fischer (1886-1960). 74 años.

– Sviatoslav Richter, ruso. (1915-1997). 82 años.

– Claudio Arau, chileno. (1903-1991). 88 años.

– Annie Fischer, americana. (1914-1995). 79 años.

– Me viene a la mente un dominicano: Don Julio Alberto Hernández, 98 años.

Hay que considerar que las condiciones de vida a comienzos del siglo XX no eran las de ahora y voy a poner un solo ejemplo: Gerardo Domack, Médico alemán (1895-1964) descubrió el primer antibiótico, las sulfamidas, lo que le ganó el Premio Nobel en 1939.

Como es mi costumbre, pido excusas de estar equivocado.