Éxito que la ADP debería respetar

Éxito que la ADP debería respetar

Con el novedoso sistema de transporte escolar, TRAE, el Estado dominicano reduce paulatinamente la distancia que separa de los centros públicos a la gran masa estudiantil de bajos recursos disminuyendo gastos y costo de la vida a familias que envían hijos a clases garantizando la llegada a tiempo y segura a las aulas y combatiendo el ausentismo y deserciones en adición a otra gran inversión pública de apoyo a la docencia proporcionando alimentos, útiles y uniformes a los alumnos. El dinero de los contribuyentes dirigido a una causa social de primer orden y por ese lado el país está venciendo obstáculos al proceso de instrucción de niños y jóvenes para garantizarles el futuro. Vale reconocerlo en ocasión de las preocupaciones que genera la frecuencia con que la Asociación Dominicana de Profesores respalda sus demandas al Ministerio educativo -que en ocasiones podrían ser justas- paralizando labores en las escuelas; un luchismo que solo el año pasado afectó a casi un millón y medio de alumnos de acuerdo a un puntual registro dado a conocer por la federación de asociaciones de padres y tutores.

La entidad califica de catastróficos los daños causados al proceso nacional de enseñanza-aprendizaje. A la conciencia de quienes reducen la actividad educativa llega un mensaje que proviene de una alta instancia del partido PLD que controla a la ADP: el gremio debe contribuir a que el sistema educativo funcione bien. De acuerdo con la medición de interrupciones que responsablemente han llevado a cabo los progenitores de quienes tienen su porvenir en juego por embestidas sindicales que la sociedad ha condenado sin lograr respuestas positivas, los paros afectaron en el 2024 a 4,800 centros docentes públicos (nunca lesionan colegios privados). Una batalla contra la calidad de la educación que concentró perjuicios sobre las provincias de Santiago, La Vega, Puerto Plata e Higüey. Un desparajo violador del derecho a la educación.

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