EXITOSO FESTIVAL DE TEATRO CÓMICO

EXITOSO FESTIVAL DE TEATRO CÓMICO

Círculo Violeta 18/08/19

Durante tres fines de semana, en el Teatro Guloya de la Ciudad Colonial de Santo Domingo fue presentado el Primer Festival de Teatro Cómico, una iniciativa del actor y director Noel Ventura y su empresa “Producciones Noventu”.

En palabras del productor “La comedia teatral dominicana celebra un nuevo nacimiento”. Aunque lo cómico no se limita al género de la comedia, en este festival la comedia es el medio provocador de risas y sonrisas, el humor lo envuelve todo, sin que faltaran momentos de reflexión en este significativo festival.

Antes de cada obra, fue presentado un “entremés” aunque en este actividad, el término cambia de significado, o más bien de lugar, ya que se conoce como “entremés” a la obra corta que solía representarse entre un acto y otro de la comedia.
Con el primer entremés “a priori”, “No es mi hermano, no es mi hermana, quién soy?”, inicia la fiesta; la comicidad verbal y escénica de las jóvenes intérpretes Lía Paredes, Valerie Vargas y Melina Fernández, conquistan al público.
A continuación disfrutamos de la obra “Círculo Violeta”, dramaturgia y dirección de Isen Ravelo. Esta comedia absurda es un verdadero deleite, las “Violetas”, cuatro “maltratadas” mujeres, propician un juego escénico encantador, el absurdo es la vía, la acción pierde todo sentido, y es que para las “Violetas” no importa el maltrato de sus maridos, que hasta las han asesinado varias veces, lo importante es mantener el encaje de sus vestidos, “encajar y que las encajen” y seguir siendo parte del “Círculo Violeta”.

No hay mejor vía para el escape que el absurdo, Isen Ravelo con un “ingenio ingenuo” construye una fábula circular entretenida, lograda plenamente con las actuaciones muy atinadas de Cora González, Judith Batista, Génesis González y Madeline Abreu.
Segundo fin de semana. Luego del chispeante y entretenido “entremés” titulado “Ningún testigo, ningún recibo”, protagonizado por Laura Devers, Natalie Adams y Melina Fernández, el Teatro A Do’ Mano presentó la obra: “Tartufo, el pobre hombre”, de Moliére. Recreado como una comedia de enredo, este clásico, como tal, trasciende los tiempos. Moliére, a través de una situación doméstica, refleja la situación política de su época, la Francia de Luis XIV, el monarca absoluto.
La versión del Teatro A Do’ Mano, ubica la acción en nuestro país, nada resulta más oportuno. Tartufo es la trágica historia del poder absoluto, que engendra la impunidad, las apariencias, la falta de moral y las mentiras, y es que, como dice Tartufo, “Quien peca en silencio, no peca, es el escándalo lo que vuelve pecaminosa la acción”.
Tartufo, personaje cariturizado, santurrón, hipócrita, y manipulador, y Orgón, un burgués autoritario y falso devoto, son los protagonistas, interpretados con singular maestría por Edwin Germán y Adonai García, respectivamente.

Los demás personajes, son encarnados por Karina de la Rosa, Iván Limardo, Alexandra Benítez, Sarah Figueroa, Ámbar Reynoso, José A. Almonte y Aleyda Capella. La obra, muy bien manejada, manteniendo su esencia, se convierte en una crítica actual de nuestra sociedad, y de los que nos gobiernan. Moliére trasciende y, como todo gran artista, es reflejo de su tiempo.

A través de este clásico, el Teatro A Do’ Mano retoma la impronta de lo social, tan alejada de nuestros escenarios, ocupados mayormente por las comedias vacuas de evasión, y muestra cómo a través del humor, del entretenimiento -condición indispensable del teatro- podemos además reflexionar.
Tercer y último fin de semana. Disfrutamos, de inicio, de las ocurrencias de Fernando Pucheu y su “stand up comedy” o comedia de micrófono, en la que da rienda suelta a su ingenio, a esa “chispa” cargada de humor y teatralidad que lo convierten en un verdadero comediante, en un histrión con el que podemos reír y pasar un buen rato.
En el cierre del festival, se presentó la obra “75 puñaladas”, del dramaturgo argentino Martín Giner, en la que une el género policíaco y el absurdo.
Giner nos reta a resolver el caso de un antiguo inspector de Scotland Yard, quien ha sido asesinado en su estudio de 75 puñaladas, pero la paradoja es que no hay signos de violencia ni de sangre, la incógnita es la premisa.

Los personajes -muy peculiares-, el detective y el mayordomo, son interpretados por Joyce Roy y Noel Ventura, excelentes comediantes, que manejan el humor inteligente que se mantiene durante todo el desarrollo de la obra, logrando la catarsis en el público que ríe y ríe sin parar. Noel Ventura asume además la dirección de la obra.
Asistimos los tres domingos en las tardes al Teatro Guloya, con el propósito de pasar un momento divertido, y así fue. Felicitamos a los promotores de este festival, deseando que se convierta en una tradición teatral.

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