Trabajó en la creación de varias leyes que garantizan los derechos de la niñez y de las mujeres. También fue maestra

El mayor legado que dejó tras su fallecimiento la jurista y exjueza de la Suprema Corte de Justicia Martha Olga García Santamaría a su única hija, Mercedes Claudia Mejía García, es la vocación de servicio y el trabajo íntegro cargado de ética.

“Mi mamá no paraba de trabajar. Yo conozco el país porque mi mamá trabajaba los fines de semana haciendo acciones cívicas para comunidades deprimidas”, expresó Mejía García, quien como servidora pública busca honrar el legado de su madre.

Mejía García definió a su madre como una persona muy íntegra, ética, responsable y sobre todo, interesada en el bien común, en el fomento de los valores “y muy sensible a los temas a los que ella se dedicó, como son el de la niñez, la familia y los derechos”.

La exjueza, quien falleció el martes tras pasar varias semanas en cuidados intensivos por dificultades respiratorias y otras complicaciones, será sepultada hoy a las 12:30 en cementerio Puerta del Cielo.

También fue maestra durante 30 años en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en donde ocupó el cargo de vicedecana de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales.

Sobre ella, José Román García, quien fuera su amigo, dijo que “fue una mujer extraordinaria que lo dio todo por su país y siempre buscando la unidad y la justicia”.
Mientras que la política Peggy Cabral indicó que la jurista fue una gran mujer y lamentó su muerte, pues consideró que es un gran ejemplo.