POR FRANCIS MESA
El encanto natural y turístico de su natal La Romana no lo deslumbró demasiado como para abandonar su sueño de ser actor. A pesar de que la Escuela de Teatro de Altos de Chavón, en 1983 le sirvió para iniciarse en el arte, no fue hasta que conoció a su mentora, Germana Quintana, cuando descolló en Exmín Carvajal la pasión que le acompañaría para siempre: el teatro.

Ahora tiene el reto más importante que ha asumido en toda su carrera. La representación de tres personas en la pieza «El prestamista», del escritor chileno Fernando Josseau, que desde el pasado jueves 12 y durante todos los fines de semana del mes de mayo, se presentará en el teatro independiente Las Máscaras, ubicado en la calle Arzobispo Portes número 56, casi esquina Arzobispo Meriño de la Zona Colonial. También tienen la intención de llevarla a Puerto Rico, Miami y a los festivales de teatro del área.

Francis Mesa. La mayoría de actores de teatro confiesan que el reto más grande de sus carreras ha sido cuando intervienen en un monólogo o unipersonal, puedes decirnos, ¿por qué y si es éste tu caso?

Exmín Carvajal. Un monólogo siempre resulta el mayor reto de un actor porque toda la responsabilidad de actuación se centra en una sola persona, la cual debe ser capaz de mantener la atención de un público por un espacio relativamente largo. Para mantener ese público atento deberá utilizar grandes recursos histriónicos que permitan que el personaje llegue y haga una química con el público.

F.M. ¿Qué buscas en un montaje, fama, crecimiento profesional, dinero o el reconocimiento del público?

E.C. Busco en un montaje lograr el reconocimiento del público que a su vez me confirmaría un crecimiento profesional. Difícilmente, en nuestro medio podamos hacer dinero a través del teatro, pues el público es limitado. No tenemos una cultura de ir al teatro como sucede en el cine.

F.M. Habiendo participado en varios proyectos teatrales como «Las Locas del Bingo», «Tato Nítido» «Las mujeres son así y los hombres son asao» y no haber siquiera recibido una nominación a los premios Casandra, te has sentido, de algún modo?

E.C. No usaría la palabra discriminado, pues tenemos la seguridad que ésta no ha sido la intención de la directiva de Acroarte. Lo que sí sabemos es que el público nos ha dado un gran reconocimiento al mantener nuestros montajes por más de 250 presentaciones como fue el caso de «Las Locas del Bingo» y más de 150 presentaciones en «Las Mujeres son Así y Los Hombres son Asao».

F.M. ¿Qué ha significado el Teatro independiente Las Máscaras para ti?

E.C. Un gran vehículo para cultivar un gran público

F.M. Germana Quintana, como directora y trabajadora del teatro, además de tu mentora, ¿qué lugar tiene en tu corazón?

E.C. Tiene un lugar sumamente importante en mi vida. Hablar de ella es referirme a la persona que luego de Dios, pudo formarme como artista, guiarme desde niño en el ambiente teatral y trabajar junto conmigo en mi carrera profesional.

F.M. Perteneces a una generación joven, inquieta, pero que no necesariamente está unida, ¿qué piensas tu que falta para lograr este sueño?

E.C. Los jóvenes hemos perdido a causa del «modernismo» grandes valores y, en cambio, hemos desarrollado una cultura de competencia que ha traído como efecto negativo esta falta de unión.