POR MANUEL JIMÉNEZ
El presidente Leonel Fernández comparecerá mañana por tercera vez ante la reunión conjunta del Senado y la Cámara de Diputados, en medio de un clima cargado de preocupaciones por el resurgimiento del crimen y la delincuencia en el país, la continuación de la crisis energética y los aumentos de precios generados por la última reforma fiscal.

Fernández acudirá al Congreso para rendir cuentas a la nación durante el último año de ejercicio gubernamental, en ocasión del 163 aniversario de la Independencia Nacional y en medio de expectativas por parte de la población sobre las medidas que anunciaría, así como de rumores sobre eventuales remociones en altas esferas de la administración pública.

Otra de las grandes expectativas que rodea el discurso presidencial está relacionado con la reforma constitucional propuesta por el mandatario y la posibilidad de que utilice ese escenario para dar a conocer, por lo menos, las líneas generales que abarcaría la reforma.

Fernández, según la Constitución, debe comparecer ante la reunión conjunta del Senado y la Cámara de Diputados a propósito de la instalación de la primera legislatura ordinaria del año, para presentar las memorias de las diferentes Secretarías de Estado.

El mandatario tiene previsto llegar a media mañana a la sede del Congreso Nacional, en el Centro de los Héroes, en la capital, donde un batallón mixto de las Fuerzas Armadas le rendirá los honores de estilo correspondientes a su investidura.

Una comisión integrada por legisladores de ambas cámaras le dará la bienvenida y acompañará hasta el salón de la Asamblea Nacional, desde donde pronunciará su discurso, que será retransmitido a todo el país por una cadena de radio y televisión.  Previamente, hablará el presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, quien es también secretario general del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Estrictas medidas de seguridad han sido tomadas ya, tanto a lo interno como en las inmediaciones de la sede del Congreso, donde no se permitirá el acceso de persona no autorizada.

Según el protocolo, al salón de la Asamblea Nacional tendrán acceso los legisladores, secretarios de Estado y directores generales, jefes militares y de la Policía, integrantes del cuerpo diplomático acreditados en el país y el clero católico, así como otros invitados especiales.

A los representantes de los medios de comunicación se les requerirá de pases oficiales para su ingreso al salón, dijo una fuente del Congreso.

Su comparecencia se produce esta vez en el marco de una confrontación sin precedente a lo interno de su Partido de la Liberación Dominicana (PLD), donde su antiguo secretario de la Presidencia, Danilo Medina, ha decidido enfrentar su decisión de buscar la repostulación para el cargo, provocando una confrontación a lo interno de la entidad.

Aunque algunos descartan que el mandatario utilice la tribuna de la Asamblea Nacional para abordar el tema de su reelección, no dudan que haga anuncios impactantes, especialmente en torno a la adopción de medidas que favorezcan a la población, como forma, no sólo de apuntalar a su gobierno, sino también su proyecto político. Pese a que su administración ha sido exitosa en el desempeño económico, logrando recuperar la estabilidad y el crecimiento, retomar el crédito internacional del país y generado la necesaria confianza para las inversiones, la población, empero,  se queja del alto costo de la vida, el desempleo y de una desigual predistribución de las riquezas.

El país, según el Banco Central, creció por encima del 10 por ciento en el último año, con baja tasa de inflación y relativa estabilidad cambiaria y acaba de lograr la aprobación de una nueva carta de intención con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que prolongará el acuerdo con el organismo hasta enero del 2008, lo que implica un aval al desempeño económico de la presente administración.

Empero,  se espera que Fernández despeje el limbo en que se encuentran los sectores productivos ante el retrasado ingreso del país al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Centroamérica, así como los temores surgidos en las últimas semanas sobre la puesta en vigencia del régimen contributivo del Seguro Familiar de Salud.

Otro de los puntos que se espera aborde el mandatario es el relativo al transporte público.

Pese a que las autoridades lograron abortar un plan de huelga en el sector el pasado enero, las negociaciones con los transportistas privados no han dado resultados hasta la fecha, especialmente sobre el subsidio que estos están reclamando.

Aunque el gobierno también anunció un plan para el relanzamiento de las zonas francas industriales, el sector afirma que atraviesa por una crisis de competitividad que ha provocado el cierre de, al menos, 25 empresas desde el 2006, ocasionando alrededor de 40,000 despidos.

Entre las causas, se cita el retraso para la entrada en vigencia del tratado comercial, así como la falta de un reajuste en la tasa de cambio vigente.

En medio de este cuadro, los sindicatos han iniciado un pulso con el sector empresarial en reclamo de un reajuste salarial, con el abierto apoyo del secretario de Trabajo.

Pese a que Fernández no registra como tradición realizar cambios en el gobierno en fechas específicas, esta vez han circulado rumores sobre eventuales remociones de funcionarios, pese a la advertencia que le hicieron 12 senadores de su partido que le adversan.