Expectativas ante retiro de obispos

Expectativas ante retiro de obispos

Reportaje. Se barajan nombres, se destacan virtudes morales, preparación intelectual, espiritualidad y don de mando de muchos que podrían sustituirlos. Otros suenan pero quienes presumen de conocer las cortinas íntimas de la Iglesia los descartan por diversas razones.

La vacante de la arquidiócesis de Santo Domingo, la más importante del país, es la que provoca mayores comentarios y especulaciones. Laicos, seglares, clérigos y otros católicos que viven atentos a los pormenores de sus guías pastorales comentan que va a ser la selección más difícil porque no cualquier sacerdote puede sustituir al cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, cuyo liderazgo y autoridad ponen de relieve. “No es posible encontrar una figura como la del cardenal”, expresó un cura.

Resaltan su arrojo, la responsabilidad con que se comporta y sus valientes actuaciones en momentos en que el país ha atravesado por crisis políticas y sociales al margen del apoyo que ofrece a agrupaciones, comunidades, parroquias.

Algunos curas coinciden en que el sucesor de López Rodríguez debería ser el obispo Víctor Emilio Masalles Pere quien es un excelente orador y posee gran preparación como economista, filósofo, teólogo y experto en espiritualidad.

Hubo un tiempo en que se le tenía como el pupilo de Su Eminencia y se comentaba que este lo recomendaría como su relevo ante la Santa Sede. Masalles, nacido en Barcelona el 28 de junio de 1961, escaló rápido a ocupar altas responsabilidades eclesiásticas. Fue rector del Seminario Pontificio Mayor Santo Tomás de Aquino, Administrador del Arzobispado y residía muy cerca del Primado en una vivienda de la zona colonial en la que vivió el cardenal antes de ocupar la actual.

Pero su estrella descendió, dicen, y no se sabe si perdió el favor del jefe de la iglesia en el Distrito Nacional. En 2006 fue nombrado párroco de la iglesia San José de Calasanz, de Arroyo Hondo. Pese a que se dice que fue una caída en desgracia, para otros ha sido un premio por las simpatías que el joven mitrado ha despertado en esa parroquia donde es casi imposible lograr estacionamiento para escuchar misa los domingos y días de festividad católica.

Sacerdotes muy cercanos a las interioridades del Arzobispado dicen que se corrió la voz de que Masalles era un religioso de temperamento fuerte y que en ocasiones exhibía rasgos arrogantes. Hay quienes afirman que estas son falsas apreciaciones que provinieron de sacerdotes a los que no les caía bien pero sobre todo de discípulos del seminario con quienes el rector fue exigente. Sin embargo, se asegura que Masalles fue excelente administrador, muy buen rector y que suele actuar con justicia.

“Ese sería el ideal, aunque lo objetan también porque es joven, y no lo es tanto, porque es calvo, pero tiene la mejor formación”, significó un sacerdote. El catalán, de 52 años, realizó estudios en la UASD donde recibió el título de licenciado en economía. En el Seminario cursó estudios filosóficos y teológicos.

Ordenado sacerdote el siete de junio de 1991, viajó a Roma y en la Pontificia Universidad Gregoriana obtuvo licenciatura y doctorado en teología Bíblica mientras que en el Pontificio Ateneo Teresianum se especializó en espiritualidad. El 8 de mayo de 2010 Benedicto XVI lo nombró obispo titular de Girba y recibió la ordenación episcopal el 29 de junio de ese año.

En una ocasión, Masalles tronó desde el púlpito catedralicio criticando situaciones políticas del momento. Es muy apreciado en su parroquia donde dirige cursillos de espiritualidad de gran demanda entre católicos de todo el país.

También se menciona al Vicario General, quien sustituye al arzobispo de Santo Domingo en situaciones especiales. Este es monseñor Amancio Escapa, igualmente español, pero quien ya cumplió la edad exigida para el retiro.

No se sabe de otros candidatos para esa posición y hay quienes opinan que para sustituir al Arzobispo como a los seis obispos que renunciaron quizá seria necesario nombrar nuevos obispos o mover algunos de los más jóvenes.

Nuevos que suenan. Francisco Ozoria Acosta, de San Pedro de Macorís, y Julio César Corniel Amaro, de Puerto Plata, son los más jóvenes obispos dominicanos, después de Masalles. El primero nació en Nagua el 10 de octubre de 1951. Corniel vino al mundo en Río San Juan el 28 de septiembre de 1958. Se comenta que es probable que los remuevan cuando nombren otros.

Empero, “por muchos juegos de fichas que se hagan tienen que nombrar nuevos”, consideró un religioso. Agregó que esa deberá ser la primera función del recién designado Nuncio de Su Santidad cuando asuma la misión: nombrar nuevos obispos.

En cuanto al arzobispo de Santo Domingo, es Su Eminencia el cardenal quien debe recomendarlo al Vaticano. “Lo que hace la Conferencia es reunirse y enviar tres nombres de obispos, viejos o recién nombrados, y allí escogen”.

Manifestó que los obispos que nombren tienen que ser jóvenes “para que no los afecte rápidamente la enfermedad”.

Se dice que hay dos eternos aspirantes a obispos: los padres Benito Ángeles, de la parroquia San Antonio de Padua y Lorenzo Vargas, quien está en el Arzobispado.

A lo externo y dentro de la clerecía se comenta que deberían nombrar obispo al padre Francisco Jiménez, quien fue secretario de la Conferencia del Episcopado Dominicano y en la actualidad es rector del Seminario. “Es joven, preparado, sereno, conceptuoso”, argumentó un cura.

Otro que se menciona es el padre Jesús Zaglul. “Es jesuita, pero alguno de su orden tienen que llamar pues en una época no les era permitido”, dijo, y recordó el revuelo y las criticas que se produjeron cuando nombraron obispo a monseñor Francisco José Arnaiz, de la Compañía de Jesús. Según él, fue la primera vez en el país que se nombraba obispo a un jesuita.

“Zaglul es bien preparado, muy espiritual y tiene el perfil de pastor. Es sumamente humilde y posee la formación intelectual propia de los jesuitas”, significó.

Ojalá, señaló, “que no le hagamos un daño al padre Zaglul si se publica este comentario pues quizá está en la lista y la Nunciatura lo anule si esto sale”.

Pero, advirtió, “creo que la orden ignaciana ha modificado sus reglas. Después de todo, el Papa Francisco es jesuita”.

Las fuentes consultadas dijeron desconocer si algún sacerdote de Santiago ha sido propuesto para obispo. Allí está vacante la posición de Auxiliar que ha dejado monseñor Valentín Reynoso Hidalgo (Padre Plinio), quien está recibiendo tratamiento de quimioterapia por un carcinoma que le obligó al retiro.

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