Expectativas con el banano

Expectativas con el banano

El año pasado, las tormentas Noel y Olga arrasaron la producción de banano. Un año después, los productores de este rubro están ante la expectativa de poder duplicar sus exportaciones, gracias, según han explicado, a un proceso de renovación de plantaciones y consiguiente aumento de la productividad por tarea.

De seguro que en este proceso tan positivo han mediado al menos tres factores fundamentales: asistencia técnica y financiera a tiempo, esfuerzo bien orientado de los productores y, naturalmente,  una especie de “tregua” climatológica que ha permitido germinar sin dificultades lo sembrado.

Los productores bananeros esperan que de noviembre de este año en adelante se podría duplicar la exportación de este renglón de gran demanda en los mercados de Europa y Estados Unidos. Si su esfuerzo les ha permitido aumentar la productividad y duplicar la capacidad exportable, ello debería inspirar un estudio de atender aspiraciones del sector para un tratamiento preferencial de parte de la banca comercial en materia de financiamiento.

El Gobierno está empeñado en  incrementar la producción de alimentos y mejorar la oferta exportadora. Los productores de banano han puesto un buen ejemplo de cómo lograrlo aún en circunstancias muy adversas. Las expectativas bananeras para 2009 son muy buenas  y no estaría mal imitar el esfuerzo de ese sector.

El dilema de tener y no tener
El hospital Doctor Darío Contreras tiene una nueva sala de emergencia, pero es como si no la tuviera. Estructuralmente y en teoría la sala está ahí, pero es como si no estuviera. La unidad  fue    inaugurada hace poco tiempo, pero no se está usando para dar servicio a pacientes, o se usa a medias y temporalmente. Es, para fines prácticos, como si no existiera. En el día a día del principal centro de traumatología del país no puede haber medias tintas, no puede haber una sala de emergencia   en desuso.

Desde su inauguración, la sala fue usada para asistir a los heridos en el terrible accidente ocurrido en la carretera entre La Romana e Higüey. Luego fue cerrada y ayer  fue abierta a medias. Se alega que se está entrenando personal para operar sus equipos antes de darle uso pleno. Se puede tener una camisa y no usarla y comoquiera se tiene, pero una sala de emergencia de un hospital que no se usa es, en la práctica,  como si no existiera.

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