Psicóloga y educadora Pamela Moquete, del centro educativo Preescolar Tia Pamela. Hoy/Fuente Externa 07/09/20
Los niños con discapacidad, diagnóstico clínico o condición especial serán los más afectados por la disposición de las autoridades de implementar las clases virtuales, según lo explicó ayer la sicóloga Pamela Moquete, quien recomendó que no sean cerrados aquellos centros escolares que permiten la educación presencial sin poner en riesgo su salud ante el covid-19, a fin de evitarles un estancamiento en su desarrollo cognitivo.
La experta en enseñanza infantil advierte que estos niños con necesidades educativas especiales, al igual que los niños de nivel preescolar y primera infancia, no pueden estudiar bajo modalidad virtual, porque además los confinaría a una educación excluyente, no inclusiva como tienen derecho.
“La educación virtual es una limitación para los niños de primera infancia, porque los niños en edad de 2 a 5 años necesitan explorar el medio para poder aprender, deben tocar y palpar materiales para poder codificarlos como aprendizaje y tener a su lado un docente que los apoye y sirva de guía”, dijo la educadora, quien es licenciada en Psicología y Educación Primaria, además de Magister en Gestión y Terapeuta de Aprendizaje.
Moquete explica que además necesitan de la interacción de sus pares para poder desarrollar habilidades sociales, lo cual con el uso de dispositivos electrónicos no se logra, por el contrario, se retrasa el desarrollo de esas habilidades. A parte de que está contraindicado que un niño se exponga a dispositivos electrónico por tanto tiempo.
Sobre los niños con discapacidad. La experta en enseñanza infantil advierte que aquellos niños con discapacidad, con diagnóstico clínico o con algún tipo de condición especial (como los autistas), no pueden estudiar bajo modalidad virtual, porque estancaría el desarrollo cognitivo y los confinaría a una educación excluyente, no inclusiva como derecho.
“A los niños autistas, estudiar a distancia le retrasaría su capacidad para poder relacionarse y poder ellos sentirse parte de un entorno que conocen, pero al no poder tener contacto con el medio escolar, será un mundo desconocido para ellos”, indicó.
A esta situación Pamela Moquete les suma a aquellos niños con discapacidad visual, auditiva, con atrofia muscular, que necesitan de un apoyo humano físico para poder leer, escribir y escuchar.
“Entonces, ¿los grupos de estudiantes citados no tienen derecho a educación? La educación es un derecho para todos. Y todos deben recibirla”, cuestionó Moquete, quien dijo entiende que el país se encuentra bajo los efectos de la pandemia del covid-19 y se debe cuidar la salud de los niños, niñas y adolescentes, pero que también se debe procurar evitar que el miedo a que se enfermen físicamente pueda provocar que se enfermen emocional y mentalmente, al no poder recibir el pan de la enseñanza, como ellos pueden hacerlo.
“Un niño encerrado es un niño que desarrolla pánico y miedo a compartir con su entorno. Como profesional de la conducta estoy recibiendo casos de niños que no quieren que sus padres salgan a trabajar, porque tienen miedo que se enfermen y mueran, lo cual es grave, porque el miedo paraliza y enferma, retrasando el desarrollo, el aprendizaje y la salud”, reveló la educadora.
Su recomendación.
Pamela Moquete recomendó a las autoridades del Miners, permitir las clases presenciales en aquellos lugares en que se usen los protocolos de bioseguridad y les instó a visitar estos centros educativos para que verifiquen que están cumpliendo los protocolos sanitarios, como lo hacen los aeropuertos, restaurantes, parques de recreación infantil, escuelas de natación, centros de terapias y demás que tienen el permiso de operar con niños y jóvenes.