BARCELONA, ESPAÑA (EFE).- La psicóloga argentina Carmen Felitias, miembro de la Comisión Nacional de Sida del Ministerio de Salud de Brasil, dijo que esta enfermedad no es un problema “exclusivamente” sanitario para la humanidad, “sino también político, social, económico y cultural”.

En la Conferencia Mundial del Voluntariado que durante esta semana se celebra en el Fórum Universal de las Culturas de la ciudad española de Barcelona, Felitias denunció que el “holocausto” del sida, que en Brasil afecta a unas 200.000 personas, se podría evitar si los agentes sociales y el Gobierno actuaran correctamente.

Felitias explicó que para contrarrestar esta postura de las entidades públicas y privadas, la organización no gubernamental Instituto de Acción Cultural que preside, ha creado un proyecto de voluntariado que intenta ofrecer a los infectados  la ayuda que necesitan.

Precisó que se trata de “un programa de voluntariado de profesionales liberales” como médicos, psicólogos o psiquiatras, que atienden desinteresadamente en sus consultas privadas y de hospitales a personas seropositivas.

La iniciativa, conocida como “Banco de Horas”, empezó en 1993 con el apoyo de unos 40 profesionales y en la actualidad colaboran en ella unos 200 especialistas en salud mental, señaló la psicóloga.

 Una de las ventajas del proyecto es que los voluntarios “ofrecen lo que se supone que saben hacer”, apuntó Felitias, quien destacó que hay incluso clínicas que “abren sus puertas de forma gratuita para atender a la población”.

Según Felitias, su organización intenta además prevenir el contagio y “cambiar el comportamiento de la población”, ya que es lo principal “para hacer frente a la epidemia”.

En este sentido, señaló que la ONG que preside impulsó en 1995 el programa “Banco de Acciones Culturales”, en el que colaboraron artistas como el cantante brasileño Caetano Veloso, para concienciar a la población de lo que significa el sida.

Precisó que su objetivo son los jóvenes y, por ello, se ha creado un certamen de redacción en las escuelas públicas de Río de Janeiro en el que los estudiantes presentan campañas ficticias de prevención contra el  sida y aprenden así en qué consiste esta enfermedad.