Experta destaca la pujanza de dominicanos en Nueva York

Experta destaca la pujanza de dominicanos en Nueva York

En los Estados Unidos no habita una colonia dominicana, sino un pueblo con profundas raíces en su país, agresivo en la ocupación de espacios en la economía, en la política y en la vida social estadounidense, que no está dispuesta a dejarse desarraigar, aun cuando sean aprobadas leyes con ese propósito, afirma la investigadora Ramona Hernández.

La clave de ese arraigo está en que, a pesar de que el gobierno estdounidense aprueba leyes que permiten  repatriar a los latinos hasta por una infracción sobre  tránsito, los dominicanos son el grupo con el mayor índice de natalidad, y sus hijos son ciudadanos de los  Estados Unidos, agrega.

La porción de esa migración dominicana mejor insertada en la economía o en la burocracia estatal estadounidense mueve  por sobre los 4,000 millones de dólares al año, principalmente desde una red de supermercados e inversiones de otro tipo.

“Ellos viven allá y tienen casa allá, y se hacen sus operaciones y todas sus cosas, y compran cuadros carísimos y  dan mil dólares por una botella de vino”, explica Hernández, quien agrega “yo voy a las galas de ellos porque me invitan y me dan el boleto; son las más caras, y son republicanos, esos tigres no son demócratas”.

Hernández llega al país invitada por la Fundación Global, Democracia y Desarrollo (FUNGLODE) y por  el Instituto de Estudios Dominicanos en Nueva York, para presentar un estudio comparativo sobre “La Vida Cotidiana de la Población de Descendencia Dominicana en los Condados del Bronx y Manhattan”.

 El crecimiento.  Respecto al crecimiento de la colonia, dice que  “la población dominicana en Estados Unidos está creciendo mayormente por la alta tasa de natalidad, no tanto por los migrantes adultos, pues ese tipo de migrante ya ha disminuido”, expresa, al estimar  que “las dominicanas tienen una tasa de natalidad altísima”.

En tal sentido, plantea que  la mayoría de los bebés dominicanos nace en el Bronx, por lo que “hay una población, una segunda generación que ya tiene 35 años, de dominicanos que nacieron y se criaron en Nueva York, además de una tercera generación de niños que van creciendo.

Colonia pujante.  En esta conversación  exclusiva para Hoy, concedida en la sede de Funglode, Hernández manifiesta que el de los dominicanos no es un grupo migratorio cualquiera, sino  un colectivo “pujante, que tiene unos niveles altísimos de ingreso, de trabajo, altísimo, ganando 150,000 dólares al año”, entre quienes están los directores de escuelas y alrededor de  50 políticos elegidos.

Según la investigadora dominicana radicada en los Estados Unidos, “esa gente no gana menos de 100,000 dólares  cada uno”, son abogados o profesionales de otras ramas que constituyen un grupo realmente grande e influyente.

Manifiesta Hernández que en la colonia dominicana hay también “muchos banqueros que ganan 300,000 dólares al año”, y se insertan en una carrera agresiva, pues son “los que vienen aquí con el turismo y se quedan vacacionando en hoteles”.

Hernández, quien es además profesora asociada del  Departamento de Sociología del CUNY, dice  que junto a esa gente con grandes ingresos e influencias, “hay un número de dominicanos -que es el mayor- que todavía sigue con alta tasa de pobreza”. Agrega que “los dominicanos en Nueva York todavía tienen la tasa más alta de pobreza en comparación con otros grupos. Sí, estamos hablando de un 33 a un 34% dominicanos”.

Para Hernández es indudable que, al regresar al país, esos dominicanos traen patrones culturales extraños, pero no todos son negativos, pues algunos provienen del pueblo y pueden ser asimilados por la cultura dominicana.

Control migratorio.  Es evidente que  Estados Unidos no está dispuesto a permitir un crecimiento interminable de la migración, no solo dominicana sino mundial, hacia su territorio y, por ello, a juicio de Hernández, ha recurrido a criminalizar una parte importante de delitos que antes eran simples.

“La inmigración a Estados Unidos ha estado bajo ataque”, juzgó Hernández, tras lo cual  agrega que “hace rato que se han estado haciendo leyes, federales y locales, con la finalidad de  controlar la llegada de extranjeros, pero al mismo tiempo han estado haciendo leyes locales para ver cómo se sale de esa población.

Es una combinación de políticas restrictivas y de criminalización del delito para sacar parte importante de la que vive legalmente: es atajar a la que viene y tratar de sacar a la que ya está establecida adentro.

Hernández explica que, por eso, “ahora hay leyes nuevas que se han hecho, que si una mujer, yo dominicana y tú, mi marido, voy y te acuso de que me diste una golpiza, a tí te agarran preso y te deportan” por cometer un crimen.

La experta resaltó que  toda la gente que Estados Unidos está sacando es  señalada como ‘criminales’, aunque se trate de una violación a las leyes de tránsito.

Citó  casos de jóvenes que están fichados por entrar en el tren sin pagar, vienen a República Dominicana y, cuando vuelven a Estados Unidos, no les permiten entrar. “Eso es criminalizar una comunidad, porque eso no era un crimen, pero ahora ese delito fue  convertido en un crimen”, agregó.

Otro mecanismo de repatriación es el llamado “proceso rápido”, que consiste en que un policía te detiene en la calle hasta por estar tomando fotos a algún edificio, te requiere papeles y, si no los tienes encima, “te meten en un centro de inmigración que tienen en específico; no es una cárcel, sino un centro de inmigración que tienen ya habilitado”.

Deplora que lo justo sería llevar a esa persona ante el juez o averiguar si dejó los papeles en la casa. Se agarran de “una ley que le permite a ellos sacarte rápido sin ver (recurrir)  todos esos canales. Se va rapidito, 24 horas. A veces, la familia ni se da cuenta de que lo deportaron, si no tiene suerte, porque hay una ley que les  protege a ellos a hacer eso, y se conoce como  un proceso rápido”.

No obstante, Hernández sostiene que a pesar de esos recursos para reducir la población hispana, “Dios tiene sus jugarretas, porque el nacimiento de los dominicanos en Estados Unidos significa que, de ahí, no nos vamos, que nos vamos a quedar ahí, por lo que  nos van a tener (que) aceptar”.

Con relación al sistema educativo público, de primero al cuarto grado, la investigadora sostiene que es el más grande, con un millón de estudiantes, “y dentro de ese millón, el 13% son niñitos dominicanos”.

Los dominicanos, y   los puertorriqueños, son la mayoría en el sistema educativo público de Nueva York, resaltó Hernández.

Otro factor de arraigo que la experta destaca es el alto volumen de dominicanos que busca la naturalización para obtener la ciudadanía de los Estados Unidos. 

Informó que el 75% de quienes ingresaron allí antes de 1980, buscó la naturalización, un 10% de los que llegaron tarde, lo que estima normal, porque “mientras más tiempo están allá, más alta es la tendencia a naturalizarse”.

En ese contexto, planteó que  los dominicanos de segunda generación están comprando tierras aquí, están invirtiendo; sobre todo, los dominicanos propietarios de supermercados están invirtiendo en República Dominicana. 

Las claves

1.  En suelo dominicano

Hernández cuenta  que conoce de dominicanos vinculados al sector financiero o de la construcción que están pensando entrar en ese mismo tipo de negocios en su país natal o de origen.

“He sabido de dominicanos que están invirtiendo en el turismo, en proyectos turísticos, entonces yo creo que va a haber una relación muy estrecha” con la República Dominicana”, de acuerdo con la visión de  la investigadora.

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Los nacimientos

 Comparando los nacimientos provenientes de dominicanas, mexicanas, jamaicanas, ecuatorianas y  chinas, los cinco grupos que más natalidad en Nueva York, el mayor es el   de las dominicanas, con 31%, aunque  en 2007 bajó a 29%. Pero, es más alta que los otros, dice Hernández. Igualmente explica que  es sorprendente el vínculo afectivo de los dominicanos con su país y su cultura, porque los de segunda generación se identifican mayormente como domínico-americanos. 

 Sobre educación

“Entonces, la educación. Mira, esto es CUNY, el sistema universitario público más grande, donde los dominicanos van adelante en comparación con todos los otros, en forma muy agresiva por el espacio”.  tienen una relación muy estrecha con la República Dominicana, aunque no estén enviando  remesas”.

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