Experta dice se van porque no están bien

Experta dice se van porque no están bien

POR GERMAN MARTE
La directora del Instituto de Estudios Dominicanos del City College de Nueva York, Ramona Hernández, destacó ayer que la emigración es el resultado de políticas negligentes y de distribución desigual de los recursos sociales en la sociedad emisora.

No obstante, señaló, la migración también es capaz de engendrar emigrantes-inmigrantes que se convierten en defensores y promulgadores de su país de origen, como ocurre con los dominicanos.

Dijo que quienes tienden a emigrar de la República Dominicana son –en su mayoría- pobres y tienen bajos niveles educativos formales. “Pero no es cierto que los que emigran carecen de la capacidad de ver, de oír o de pensar”, añadió. 

Los que emigran están perfectamente cualificados para comprender que su desgracia en el país de origen “es el producto de gente avara y líderes que han ocupado  el poder y que han apoyado la injusticia, lo inmoral y el saqueo de unos  dominicanos”. 

Ni la República Dominicana  ni la historia dominicana son  responsables de que ellos hayan tenido que salir huyendo y buscar refugio en otro lado para asegurarse un mejor futuro, dijo la socióloga.  

Hernández, quien también es presidenta del Consejo Consultivo para los Dominicanos en el Exterior (CCPDE), participó  como expositora en el Congreso Internacional “Creando sinergias entre migración y desarrollo” organizado por la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode).

“Los responsables han sido hombres y mujeres de carne y huesos y totalmente identificables, los emigrantes dominicanos entienden que hay dominicanos malos y dominicanos buenos y que no es el país, sino gente dentro de éste la que delinque”, subrayó Hernández. 

Por tal motivo, consideró, los emigrantes no tienen motivos para renunciar a su memoria histórica, a su cultura, a su legado, particularmente cuando ellos tienen la posibilidad de escoger qué celebran, qué recuerdan, qué valorizan, y qué exactamente traspasan a sus hijos.  

Consideró que uno de los grandes retos de la sociedad es hacer notar que los intereses comunes entre los dominicanos que se quedan en la isla y los que emigran pesan más que los intereses que los separan y los hacen diferentes.

“De lo que se trata es de descubrir cómo hacer que esos intereses comunes produzcan resultados reales a un ritmo, por seguir usando la misma analogía, que podamos considerar mutuamente razonable”, expresó Hernández. 

REMESAS E INTERES DE LOS GOBIERNOS

Hernández señaló que muchos gobiernos receptores de remesas han descubierto que las mismas permanecen inmutables ante desajustes económicos en la población emigrante: por ejemplo, los dominicanos mandan más en vez de menos cuando el desempleo sube entre ellos y la pobreza les amenaza con estrangularles. 

Asimismo, dijo que las iniciativas de integración llevan a creer que los gobiernos de los países emisores coinciden con aquellos que creen que los emigrantes están hechos de las mejores fibras de los pueblos. Sostuvo que en los últimos años gobiernos de varios países han puesto en marcha políticas  institucionales encaminadas a integrar a la gente que vive fuera de su territorio.

Explicó que las políticas de integración van desde incorporar a los emigrantes a través del sufragio en el exterior y crear instituciones culturales representativas en los países donde viven los emigrantes, hasta el incluirles en los organismos legislativos nacionales del país de origen representando los intereses de aquellos que viven fuera. 

Señaló que el interés gubernamental de la sociedad emisora ha encontrado aliados receptivos en la población emigrante.  De ahí que las políticas integracionistas hayan tenido éxito.

Dijo que importantes sectores de los emigrantes no sólo han respondido de forma positiva a las iniciativas de integración de la sociedad de donde salieron sino que en muchos de los casos han sido los mismos emigrantes los que han exigido que se le reconozca e integre en la sociedad de origen.

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