Experta incubadora de negocios de EE.UU. aconseja aprender del fracaso

Experta incubadora de negocios de EE.UU. aconseja aprender del fracaso

El presidente del “centro de expertos”,Heinz Fiedler dice que el problema es que el ser humano incluyendo a nuestros políticos, quiere resultados para hoy, y no piensa, por ejemplo para medir resultados en los próximos 20 años.

POR MODESTO RODRÍGUEZ

El fracaso, el fallo, son para la generalidad de las personas causas de una gran frustración o la renuncia a seguir en una tarea emprendida.

En el mundo empresarial y el de las inversiones mundiales y locales, fracasar, fallar es algo cotidiano o es asimilado como “gajes del oficio”.

Muchos, más optimistas, abrazan la filosofía de que “para aprender a levantarse primero hay que caer”.

Pues bien, para la señora Barbara L. Harley -una experta en los Estados Unidos, impulsadora del concepto del “emprendedurismo” o la incubación de empresas-, fallar no es malo. Abrir y luego cerrar una empresa, mucho menos.

Dijo que así como es fácil crear una empresa nueva, es fácil destruirla, liquidarla, pero por eso “ usted no tiene que perder su casa, su herencia”, dijo. Agregó que los gobiernos   pueden crear y descrear empresas, dependiendo de su comportamiento.

Planteó además que “el riesgo es bueno, y por el otro lado fallar, o fracasar, tampoco es malo, porque se aprende. La cosa es saber aprender de nuestros fracasos”, subrayó Harley.

“Los señores que invierten, muchos inversionistas, buscan a personas que ya han fallado porque tienen la seguridad de que ya han aprendido de sus fracasos”, apuntó una de las miembras prominentes del Spice Group, (un centro de grupos de expertos) que promueve por el mundo los conceptos de la innovación, el espíritu emprendedor o la incubación de empresas.

Participó en el Encuentro Económico de Hoy junto a sus colegas Heinz Fiedler, presidente,  del Spice Group, Larissa Brovarsha, directora de proyectos, Barbara L. Harley, del Harley Consulting Group y  Janis Stabulnieks, del Centro Tecnológico Latvian, de Latvia, ex república socialista soviética. Todos  visitan el país para enseñar sus experiencias recogidas en numerosos países acerca de la innovación y la incubación de empresas, en un evento en el hotel Metro Country Club, con la participación de empresarios, legisladores, funcionarios públicos y público en general.

Visitaron las instalaciones del periódico Hoy en compañía de Manuel E. Guerrero, director ejecutivo de la Cámara Escandinava- Báltica de Comercio de la República Dominicana.

Dueña de ideas novedosas y una forma singular de ver la solución de los problemas, Barbara dice que uno de los lugares donde nacen más ideas emprendedoras, la incubación de negocios, es en la cocina.

Puso de ejemplo, a una señora  que concibió una forma atractiva para preparar el “chile”.   Cada vez que había una reunión o una actividad en la iglesia, lo llevaba a vender.

Con la presentación del producto en  el mercado, la señora aprende e incorpora nuevas formas y aprende a cocinar mejor el chile, a  prepararlo, a empacarlo, y esa receta viaja por diferentes cocinas y es una fuente de ingresos.

La receta es a la vez aprendida por los hijos, los nietos y otras personas y con esto se forma una cadena de negocios  de comestibles, exitosa.

“Es una idea sencilla. No debemos afrontar las ideas de la forma más complicada, sino de la forma más sencilla, para que no nos compliquemos la vida”, subraya.

REFLEXION

El presidente de Spice Group,  Fiedler, dice que el emprendedurismo , el “espíritu emprendedor”, son aquellas personas que generan dinero para ellos mismos estar empleados y estas personas que han logrado generar ideas, y esas ideas les aportan recursos, se convierten en modelos a seguir por sus compañeros, por su familia y sus vecinos.

“Si hay un millón de personas que pueden hacer eso aquí en República Dominicana, se puede lograr con las condiciones que le brinde el Estado, que le brinde el país para que su idea “prenda” para que su modo de vivir pueda desarrollarse con una rapidez económica específica,  y esos son los modelos de los demás”.

Planteó que para hacer prender un proyecto y que esta idea  incube una empresa novedosa, no hay que irse por las ideas complicadas, sino por la forma más sencilla.

Apuntó que para un país es muy importante que la banca esté dispuesta a financiar las ideas emprendedoras que pueden generar nuevos negocios. Un financiamiento a un proyecto emprendedor puede iniciarse, hasta con US$500, no tienen que ser miles de dólares.

“Pero lamentablemente la banca en nuestros países, no están dispuestos a correr riesgos y es por eso que muchas de estas cosas no funcionan”.

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