El ingeniero Osiris de León atribuyó ayer a fallas geológicas el derrumbe que se produjo este miércoles en un tramo donde se construye la segunda línea del Metro y que causó heridas a dos obreros.
Advirtió que ese tipo de problemas se podría presentar en cualquier otro momento, debido a la mala calidad del suelo donde se está construyendo, situación que, dijo, se agrava cuando llueve.
El experto responsabilizó al Gobierno de cualquier contingencia que se pueda producir durante las excavaciones, al afirmar que no hizo los estudios de suelo antes de iniciar esa obra.
Faltó blindaje. De León explicó que el derrumbe se produjo porque el material que estaba sacando la máquina en ese momento no era roca sino tierra blanda, y había que emboquillar rápidamente, es decir, colocar perfiles de acero alrededor de la excavación del túnel para que resistiera la presión litostática o presión que ejerce la roca sobre la cara libre, cuando se barrena o perfora.
Al estar sacando el material y no emboquillar la tierra rápidamente, el material se derrumbó, y eso fue lo que hizo que se cayera toda la cara occidental, la cara Oeste que mira hacia los Alcarrizos, y también el furgón con la planta.