Para que un tribunal pueda condenar a una persona por un crimen es imprescindible presentar las pruebas, las que son imposibles de obtener sin las evidencias previas, de manera que es esencial proteger la escena del hecho, afirmó hoy el director del Instituto Nacional de Patología Forense, doctor Santo Jiménez Páez.

“De ahí la importancia de preservar la escena sin ninguna alteración hasta que la llegada del Ministerio Publico y el perito forense, quienes tras un examen minucioso, son los únicos con autoridad para disponer  el levantamiento de un cadáver, cuando trata de un homicidio”, afirmó Jiménez Páez, quien además es coronel de la Policía Nacional.

El experto forense habló en esos términos durante una conferencia que dirigida a oficiales de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), a quienes explicó la importancia de que el investigador registre la hora de notificación del hecho, que “identifique la ruta hacia al lugar, y que una vez allí, proteja debidamente la escena”.

Jiménez Páez advirtió que “comprobado el fallecimiento de la persona el cuerpo no debe ser tocado,  dejándolo en la posición encontraba”, tras señalar que “ni siquiera se le debe mover la ropa, no importa la condición en que la tenga”. El experto forense ilustraba sus explicaciones de fotografías sobre casos reales, mientras intercambiaba impresiones sobre con asistentes a la actividad.

La conferencia fue dictada en una de las aulas de la Academia Nacional de Control de Drogas, en la sede de la agencia antinarcóticos. Además de investigadores de la DNCD, a la actividad asistió el personal médico de la entidad que preside el mayor general Gilberto Delgado Valdez. Explicó cómo debe un investigador observar un cuerpo para determinar si no ha fallecido.

Se le examina primero  la cabeza -dijo-  “por ser esta la parte más vulnerable de una persona, y establecer si se trata de un deceso por causa natural, suicidio o han intervenido manos criminales y si hubo violencia”. Aconsejó los investigadores nunca retirarse de la escena sin revisar el cuarto de baño, si el hecho ha ocurrido bajo techo, pues allí el baño casi siempre aparecen evidencias determinantes”.

Entre esas evidencias -agregó- están el hallazgo de “cabellos bellos, sangre o esperma, los que sirven sirven para realizar la prueba de ADN”, tras indicar que “otras (evidencias) pueden ser documentos relacionados con un hecho, cualquier pertenencia o prenda de vestir que permiten establecer una relación entre la victima y el victimario”.

Dijo que las evidencias trazan la pauta “para un buen proceso judicial”  y el personal que las maneja “debe estar entrenado y trabajar de manera coordinada, sin buscar protagonismo, porque si no hay evidencias, no hay prueba para demostrar un hecho”, sentenció el experto.