Experto BID aboga por aprovechamiento óptimo del dinero de los emigrantes

Experto BID aboga por aprovechamiento óptimo del dinero de los emigrantes

Madrid (EFE).- El aprovechamiento óptimo de los recursos que generan las ‘remesas’ de los emigrantes precisa “nuevas alianzas” con la sociedad civil, con las ong y con las instituciones cercanas a los remitentes y a sus familias, dijo ayer el experto del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Donald Terry.

Terry, que dirige el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del BID, participó hoy en una de las mesas de trabajo del Encuentro Iberoamericano de Migración y Desarrollo que se celebra entre hoy y el miércoles en Madrid.

En esta mesa de trabajo, dedicada a las ‘Remesas’, intervinieron también el director de la División de Población y Desarrollo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Dirk Jaspers, y la directora de la División de Población de la ONU, Hania Zlotnik.

Terry destacó el hecho de que sólo en los últimos años haya comenzado a comprenderse el impacto de esos “enormes flujos” internacionales de dinero y se refirió al “caso de los millones (de dólares) perdidos”, enviados durante varias décadas por los emigrantes a sus familias en los países de origen.

El BID, dijo Terry, calcula que actualmente las remesas “oficiales” suponen unos 100.000 millones de dólares en todo el mundo, y que posiblemente una cantidad similar es enviada en remesas “no oficiales” sin contabilizar.

Una de cada diez personas en el mundo está relacionada con las remesas, dijo el director del FOMIN, y añadió que aproximadamente 125 millones de trabajadores envían dinero para apoyar a 500 millones de familiares que permanecen en su país de origen.

Donald Terry considera “difícil” la contabilidad de ese dinero porque los emigrantes hacen envíos pequeños de 200 o 300 dólares cada mes y también porque utilizan medios ajemos al sistema financiero formal.

Otra de las razones por las que las remesas no fueron contabilizadas durante muchos años, explicó el experto, tiene que ver con que, “metafóricamente”, se trataba de emigrantes que “no cuentan”, personas pobres y, en gran medida, “invisibles” tanto en el país de origen como en el que emigran para trabajar.

Lo que ha sucedido, explicó, es que el efecto multiplicador de esas personas “invisibles” ha conformado un gran poder económico grande hasta el punto de que “las remesas se han vuelto fundamentales para la supervivencia de millones de familias y para la salud de muchas economías nacionales”.

Para el director del Fondo Multilateral de Inversiones del BID, a diferencia de la ayuda exterior, “las remesas de los trabajadores pobres van directamente a las familias en lugares donde la asistencia para el desarrollo no llega con facilidad, como las zonas rurales mas alejadas”.

Según Terry, todos esos factores hacen que la magnitud de los flujos de dinero representen “una gama enorme de oportunidades”, no sólo para la familia sino también para las comunidades locales y las economías nacionales.

Por eso, el director del FOMIN insistió en que para la administración del dinero generado por las remesas “hacen falta nuevos enfoques y nuevas actitudes”.

Dirk Jaspers, por su parte, aseguró que el giro que ha dado la migración en los años recientes desafía el conocimiento de los procesos migratorios y brinda innumerables oportunidades de desarrollo.

Jaspers se refirió a los “recursos de calidad”, una parte minoritaria de remesas colectivas o donaciones enviadas por grupos de inmigrantes de la misma región de origen, destinadas a obras de infraestructura y bienestar social.

Citó como un ejemplo de la incidencia directa de las remesas el desarrollo o el bienestar de muchas familias y de cómo estas deberían generar iniciativas conjuntas de los países iberoamericanos “bajo un esquema de desarrollo compartido”.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas