Cuáles han sido las claves para que el modelo educativo finlandés obtenga tan excelentes resultados en las mediciones internacionales que merecen el reconocimiento mundial? Es la pregunta que se hacen los gobernantes de países desarrollados y en vía de desarrollo que aspiran a alcanzar ese milagro social.
El doctor en pedagogía Xavier Melgarejo Draper, de origen español, concluyó en sus investigaciones de 14 años que las piezas fundamentales para alcanzarlo son la familia, la escuela y las estructuras socioculturales, las tres están encajadas y funcionan como un reloj. La adquisición de excelentes competencias de los niños finlandeses se encuentra inserta dentro del trabajo coordinado de esas estructuras.
“Los objetivos de la educación en Finlandia persiguen principalmente lograr una educación de excelencia, con una alta cohesión social. Es desde esta perspectiva que podemos entender cómo el esfuerzo en educación es una prioridad nacional”, subraya el experto, entrevistado en un hotel de esta capital, previo a dictar una conferencia en el Palacio Nacional, invitado por la vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño de Fernández.
Finlandia se coloca de manera permanente como líder en los resultados del Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes Informe PISA, así como el elevado índice de educación dentro del Índice de Desarrollo Humano, que respaldan al modelo igualitario y gratuito en materia educativa.
El año pasado en el resultado mundial, Finlandia alcanzó el primer lugar en competencias educativas en Ciencias, el segundo lugar en habilidad lectora y el cuarto lugar en matemáticas. Fue medido con otras naciones integrantes de La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y pertenecientes a bloques económicos poderosos.
La familia. El experto detalla que en Finlandia la familia se considera la primera responsable de la educación, no es la escuela sino lo que se aprende en casa, allí es que se enseña cómo la persona se debe comportar en sentido de la responsabilidad ante la vida, los demás y a ti mismo. La familia finlandesa no es patriarcal, la que manda allí es la mujer y el hombre lo reconoce.
En la familia finlandensa los roles son equitativos e igualitarios. Todos hacen los trabajos de todos. El hombre como la mujer lava, plancha, cose, cocina, etc, de lo contrario es echado de la casa. El Estado protege a la mujer porque cree que es la pieza clave y que si la madre está bien, sus hijos lo estarán del mismo modo.
“En Finlandia la madre no debe de pasar penurias económicas, nunca pobreza. El Estado le paga la pensión de los hijos a la mujer y se la cobra al hombre”, expresa Melgarejo Draper.
El también sicólogo dice que los finlandenses tienen la idea de que la infancia es el mayor tesoro de la nación y por ello hay que cuidarlos a ellos y a sus madres.
La familia finlandensa tiene cultura hacia la lectura. En casa, sobre todo, las mujeres leen mucho y les gusta ir a la biblioteca con sus hijos dos y tres veces a la semana, con lo que le inculcan desde pequeños el amor por la lectura. La familia apoya totalmente al profesorado; para ella el maestro es sagrado y respetado y eso contribuye al proceso educativo.
En Finlandia hay muchas madres solteras pero eso no es un problema, porque el Estado obliga a la paternidad responsable.
Asimismo, el Gobierno finés, independientemente de estar separado o no de su pareja, apoya a la mujer con 200 euros mensuales por cada niño durante 18 años. El 30 Por ciento de las madres finlandesas no trabajan hasta tanto sus hijos cumplan los seis años y por ello el Estado le otorga incentivos a la mujer, bajo el entendido de que la madre es la que mejor cuida a sus hijos. Hay una gran protección hacia la familia y existe la equidad económica y la mujer tienen una mayor independencia.
En Finlandia hay una población aproximada de 5.5 millones de personas. Un poco más mujeres que hombres.
Estructuras socioculturales. Las infraestructuras educativas son utilizadas como espacios para diversas actividades sociales y culturales: deporte, música, religión, formación extracurricular. Es un país descentralizado. La persona más importante de educación de Finlandia no es el ministro de Educación sino el alcalde del municipio, porque es quien dirige la mayor cantidad de escuelas del país.
Una parte de las escuelas están subvencionadas por el municipio. Los niños con dificultades para el aprendizaje son priorizados bajo condiciones de sus padres. El alcalde es la figura clave, es el que nombra los maestros y si no funciona bien se quema como político.
El 80% de la población finlandesa es luterana, creen que se salvan si saben leer la Biblia, lo que se ha constituido en un motivo para aprender a leer. La sociedad del bienestar nórdica fue impulsada por pastores luteranos, porque querían construir un pequeño paraíso en la tierra.
Contrario a la Iglesia Católica, que lo que más le interesa es que sus feligreses asistan a misa, la Iglesia Evangélica Luterana de Fin- landia juega un papel importante en el fomento de la lectura, expresa Melgarejo Draper.
El experto destaca que todos esos detalles son importantes y que no se encuentran en las estadísticas ni en los números.
La escuela. Los niños finlandeses entran en el sistema escolar a los 7 años, y no aprenden a leer hasta esa fecha. La escuela finlandesa de Educación Primaria y Secundaria es, generalmente, una escuela pública muy descentralizada. La disciplina es alta, hay deberes en casa y se potencia el esfuerzo. De los países de la parte rica de la ODCE, Fin- landia es el que menos horas clases da. Cada 45 minutos de clases le otorgan 15 minutos de descanso a los estudiantes y a los profesores. Creen que de esa manera hay menos presión y tensión sobre los niños.
Dependiendo de los cursos las horas diarias de clases son unas cinco o seis.
Las aulas son amplias e iluminadas. El currículo lo elabora un 20% el Gobierno central y en un 80% por las autoridades municipales, de acuerdo a las necesidades locales.
Finlandia tiene el profesor mejor formado y valorado del mundo. Los que entran a formar parte del cuerpo de maestros son los mejores de cada promoción, es la profesión de mayor honor y prestigio del país. También son bien pagados, perciben más de dos mil euros mensuales. Formados en las universidades más prestigiosas del país y existen escuelas de prácticas docentes.
Los directores de los centros deben ser maestros líderes, competentes, con capacidad de organización y de comunicación. Son capacitados para esos fines.
Melgarejo Draper explica que en el caso de Finlandia la variable del dinero no ha sido la determinante para su éxito educativo, partiendo de que los países nórdicos (Dinamarca, Islandia, Noruega y Suecia) con los cuales se compara, han invertido más recursos económicos en educación y, sin embargo, no han obtenido los mejores resultados en esa materia.
Los finlandenses tienen buena educación, con fracaso escolar bajo. Menos del 5% de su población abandona los estudios o repite, lo que el experto considera una variable importante.
La participación de la educación privada en Fin- landia es de un 4%.