El alza ha sido impulsada por los estímulos para enfrentar la pandemia, dice Bank of America
Los expertos de Goldman Sachs y de Bank of America están anticipando que el alza de las materias primas será duradera, impulsada por los estímulos para enfrentar la pandemia.
«Creemos que ha comenzado el nuevo repunte de las materias primas y, en particular, el ciclo alcista del petróleo», afirman los analistas de JP Morgan.
Se están dando algunos factores que para Goldman Sachs son característicos del arranque de un superciclo alcista, como la debilidad del dólar estadounidense, o los precios de los metales industriales alcanzando «máximos de varios años».
La caída del dólar ha sido un apoyo para estos activos (las materias primas tienen una clara correlación inversa con la divisa estadounidense), con un descenso de más del 11,6% desde los máximos que tocó el índice dólar en 2020.
El rebote del 1,5% que acumula el índice desde los mínimos de enero de 2021 por el momento no ha frenado el avance de la mayor parte de recursos básicos en el arranque del ejercicio.
Según la última encuesta del Bank of America, realizada entre los días 5 y 11 de febrero a 204 participantes que manejan en conjunto más de 600.000 millones de dólares de volumen patrimonial, el 87% aseguró estar sobreponderado en renta variable global y materias primas, el segundo porcentaje más alto de los últimos once años.
En consonancia con esto, el nivel de liquidez ha bajado hasta el 3,8%, el porcentaje más bajo desde marzo de 2013, justo antes de que Bernanke sondeara al mercado con el final del programa de compras de deuda iniciado en 2008.
De hecho, el 61% señaló tener más exposición ahora a bolsa, ocho puntos porcentuales más que el número de gestores que lo decían en enero y que constituye también uno de los niveles más elevados desde febrero de 2011, mientras que el 25% acumula más peso en materias primas, seis puntos más que el dato del mes pasado.
En el último año natural, los avances de las mayor parte de materias primas que recoge Bloomberg son de doble dígito, con metales como el aluminio subiendo casi un 40% en el mercado londinense, y revalorizaciones de casi el 30% para el cobre y el níquel, y de más del 20% para el estaño.
«La marea de los rendimientos y la inflación está cambiando», expresan.
Los precios también pueden subir como una «consecuencia no intencionada» de la lucha contra el cambio climático, que amenaza con restringir precisamente los suministros de petróleo al tiempo que aumenta la demanda de metales necesarios para construir infraestructuras de energías renovables, baterías y vehículos eléctricos, añade el banco.
Una publicación del diario español El Economista advierte que los fondos de cobertura no han sido tan optimistas con respecto a las materias primas desde mediados de la década de 2000, cuando China almacenaba de todo, desde cobre hasta algodón, mientras que las malas cosechas y las prohibiciones de exportación en todo el mundo aumentaron los precios de los alimentos y eventualmente derrocaron a los gobiernos durante las protestas árabes de 2010-2012.