Lo que recibe el presidente Danilo Medina hoy es una economía afectada por un déficit fiscal que podría rondar este año más de RD$120,000 millones, una deuda externa que alcanza los US$25,000 millones, debilidad institucional y un Estado piñata con privilegios para unos pocos.
Esa es la visión de conjunto de los economistas Ernesto Selman, Miguel Ceara Hatton y Fernando Álvarez Bogaert, quienes plantearon en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio los problemas que herada Medina de la administración de Leonel Fernández.
Según Selman, desde 2008 el Gobierno tuvo un déficit fiscal promedio de RD$54,000 millones anuales, pero se estima que 2012 cerrará con un déficit de RD$125,000 millones a RD$128,000 millones.
Con relación a las cargas impositivas, dijo que los parches fiscales realizados en la pasada gestión solo tuvieron la finalidad de incrementar los ingresos a través de nuevas cargas impositivas.
Eso ha creado una situación compleja en el Código Tributario, lo que ha penalizado la actividad económica y con lo que se promueve la informalidad en la medida en que los emprendedores tratan de evitar ese penalizante Código.
Esas modificaciones no fueron suficientes para cubrir el gasto público, sino que hemos tenido que endeudarnos cada vez más. De hecho, de 2005 a 2012 la deuda pública consolidada pasó de US$11,000 millones a US$25,0000.
De tal manera que el reto fiscal es el primero que tendrá que afrontar Medina, y la causa principal de ese déficit ha sido el incremento del gasto público, refirió Selman, quien es vicepresidente ejecutivo del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES).
Gastos perniciosos. Ceara Hatton centró sus planteamientos en lo institucional, desde la perspectiva de la calidad del gasto público.
El problema institucional es peor que el fiscal, porque qué hacemos dándole más dinero a un Estado que ha tenido un comportamiento inadecuado con el gasto.
Gran parte del déficit fiscal fue provocado porque los recursos se usaron en la campaña política.
Sobre el particular, Ceara Hatton se preguntó qué garantías tiene la ciudadanía de que los recursos que se les entreguen ahora al nuevo Gobierno no serán para hacer más rica a una estructura partidaria. ¿Qué evidencias hay de que ahora no ocurra lo mismo que en el pasado?
Con relación al tema financiero dijo que la pasada administración gastó de 2004 a 2011 el equivalente a 1.2 veces el tamaño de la economía de 2011.
Al preguntarse en qué se utilizaron esos recursos, destacó que está seguro de que no se invirtieron para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, porque de hecho no se alcanzaron.
Asimismo, dijo que los datos sobre los niveles de pobreza del país indican que está en un 40%, por lo que no se justifica que no haya bajado con un crecimiento de un 7% del PIB y una inflación de un 6%, de acuerdo con los datos de las autoridades.
La pobreza solamente se redujo en los primeros dos o tres años después de la crisis financiera de 2003, pero las fuerzas reales que mantienen la pobreza no se modificaron, destacó.
El 70% de los que cotizan en la Seguridad Social gana menos de RD$15,000 lo que indica que las cosas no están marchando bien con el modelo económico vigente, refirió.
Crisis moral y económica. La República Dominicana atraviesa por la peor crisis de su historia porque es moral, ya que se ha ido creando un Estado de piñata.
Con esas palabras Álvarez Bogaert define la situación socioeconómica del país.
Está la nación, el Estado para ejecutar las cosas a favor de los ciudadanos, y los ciudadanos empoderados para ser protagonistas continuamente, pero no tenemos democracia, lo que tenemos es un modelo en el que todos son cómplices, el Gobierno central, los ayuntamientos, la Cámara de Cuentas, la Suprema Corte de Justicia.
Es un Estado típico de Arabia Saudita, orientado complentamente al consumo, dijo el economista.
De acuerdo con su visión, ese modelo ha destruido la herencia más grande que tenía el país: que las pasadas generaciones solo tomaron prestado, de 1930 al 2000, US$3,500 millones y les dejaron a los gobiernos subsiguientes la posibilidad de tomar prestado US$25,000 millones para hacer de esta una nación de oro, pero eso se ha utilizado más para el consumo y el despilfarro.
Las cifras de Álvarez Bogaert son demoledoras: el aumento del endeudamiento en estos cinco años es cinco veces más grande que el hace 70 años; de 424,000 empleados públicos que había en 2007 ahora hay alrededor de 700,000.
El déficit fiscal de 77 años apenas llegó a RD$60,000 millones, pero el déficit de cinco años alcanzó los RD$320,000 millones.
Lo que tenemos ahora es un Estado en el que hay un pequeño grupo de beneficiarios, y un gran grupo que está sufriendo, y esos son los pobres, la clase media baja. No importa lo que se piense, ni las medidas que se tomen, mientras vivamos con un Estado diseñado para el beneficio de unos pocos, este país no avanzará.
Las claves
1. La ostentación
Álvarez Bogaert cuestionó que el Estado dominicano se cimente en la ostentanción, en el despilfarro, como si se tratase de un país como Arabia Saudita. A partir de esa descripción plantea que la peor crisis del país es la moral, más que la económica.
2. Reto fiscal
Selman consideró que el principal reto del presidente Danilo Medina es el fiscal, el de presentar una reforma estructural, no un parche.
3. A dónde va el gasto
Una de las preguntas que se hizo Ceara Hatton fue cómo era posible que en la administración de Fernández se tuviera un gasto tan elevado, cuando no se tradujo en la mejoría de la calidad de vida de los ciudadanos.