Expertos analizan las graves secuelas que deja la depresión

Expertos analizan las graves secuelas que deja la depresión

Como una evidencia de que el viejo manicomio fue sepultado, los pacientes que todavía están en el renovado centro, hoy convertido en lugar de rehabilitación, asistieron ayer a un panel sobre la depresión que se efectuó en la Biblioteca Nacional.
En el nuevo modelo dominicano, los pacientes psiquiátricos están medicados, hacen terapia laboral, terapia lúdica y participan hasta en obras de teatro.
Estuvieron ayer en la segunda y tercera fila de las actividades del Día Mundial de la Salud, este año dedicado a la depresión como problema de salud mental en aumento en todo el mundo.
Al hablar de depresión, Bethania Antigua, rehabilitada por depresión, aseguró que la persona que deprimida cae en una especie de abismo del que puede salir, pero se requiere de una red familiar y profesional. Su hijo de 17 años se suicidó y ella sucumbió, luego se levantó.
Los doctores Jorge Rodríguez y José Angel Saviñón, participaron en un panel titulado, “Depresión, hablemos”. Los siquiatras aseguraron que 50 mil dominicanos viven en estado de depresión.
Todos los panelistas coincidieron en que la depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia persistente de tristeza y una pérdida de interés en actividades que las personas normalmente disfrutan, acompañada de una incapacidad para llevar a cabo las actividades diarias.
La enfermedad. Las personas con depresión normalmente padecen pérdida de energía; cambio en el apetito; duermen poco; tienen ansiedad; concentración reducida; indecisión; inquietud; sentimientos de inutilidad, culpa o desesperanza; y pensamientos de automutilación y suicidio.
Sin embargo, los psiquiatras están de pláceme porque el país logró superar el anacrónico modelo de encerrar a los enfermos mentales, pues ya existe un centro de rehabilitación.
Rodríguez y Saviñón se refirieron a la alta incidencia y prevalencia de los problemas de depresión, estrés y ansiedad, con los cuales, los sistemas de salud tienen una deuda a acumulada, pues siempre importantizaron la enfermedad mental como sinónimo de locura.
Al respecto, la doctora Alma Morales, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) aseguró que la depresión no responde solo a una atención clínica o a un tratamiento médico, que la integración familiar y social es muchas veces determinante en la recuperación del paciente.
Dijo que se promueven intervenciones intersectoriales a fin de prevenir los casos de depresión y suicidio en la población dominicana.
Señaló que la inversión en salud mental beneficia el desarrollo económico y por cada dólar invertido en la ampliación del tratamiento para la depresión y la ansiedad conduce a un retorno de cuatro dólares en mejor salud y habilidad para trabajar.

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