Hoy 
LEONORA RAMÍREZ S.
l.ramírez@hoy.com.do
La antropóloga Tahira Vargas manifestó que el linchamiento de personas reproduce modelos sociales primitivos en los que estaba ausente el sistema judicial, por lo que consideró paradójico que en un país que vive un supuesto proceso de modernización la gente tome la justicia en sus manos, y la Policía use los intercambios de disparos para enfrentar la delincuencia.
Al referirse al mismo aspecto, el sociólogo Ramón Tejada Holguín expresó que los delincuentes se convierten en víctimas de los grupos sociales que no se sienten protegidos ni por la Policía ni por la justicia.
Igualmente consideró que la falta de límites morales en una sociedad donde lo que vale es el dinero, no importa cómo se consiga, es lo que lleva a muchos jóvenes a infringir la ley para obtener el modelo de éxito que se ha establecido en la República Dominicana.
Las reflexiones de ambos son a propósito del asesinato de tres jóvenes por parte de la Policía, quienes tras asaltar un colmado en el sector Bello Campo, del municipio Santo Domingo Este, fueron golpeados por los residentes del lugar.
Nairobi de los Santos, Landy Beltrán y Jason, alias El Peje, atracaron el colmado Edwin I el pasado jueves a las 11:30 de la mañana, y al ser apresados por una patrulla policial recibieron disparos que les provocaron la muerte.
En tal sentido, el jefe de la Policía, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, dispuso el arresto de 12 agentes, incluyendo algunos oficiales.
El cuerpo del orden anunció que hoy rendirá un informe sobre el hecho.
Linchamientos PN.
Vargas cuestionó que, en la práctica, la Policía también realice linchamientos cotidianamente, alegando que el promedio de personas que muere a manos de la institución es de uno o dos por día.
Hay un divorcio entre el ejercicio de los derechos humanos y el delincuente, y eso lo ha provocado la misma opinión pública, porque mucha gente escribe y dice que se debe aplicar mano dura, inclusive el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y el general Guzmán Fermín.
Entonces se ha creado como un consenso público en torno al malhechor como si fuese un objeto y no un ser humano, y se justifica de esa manera las acciones agresivas y violentas contra éstos, perdiéndose de vista que existen delincuentes de cuello blanco que no reciben el peso de la Ley como tampoco la corrupción que se produce en el Estado.
Sectores indefensos.
Tejada Holguín expresó que los linchamientos se producen en sectores excluidos que arrastran mucha rabia porque no tienen quien responda por ellos en términos de la seguridad ciudadana y la aplicación de la justicia.
Existe un sentimiento de incertidumbre frente al futuro, sobre todo en barrios muy excluidos en donde la desigualdad típica de la sociedad dominicana ha dado muy duro, lo cual provoca ciertos niveles de agresividad e impotencia que tienden a destaparse cuando se encuentran con hechos como este.
Tejada Holguín explicó que los jóvenes delincuentes que fallecieron el pasado jueves son las víctimas de la rabia contenida de la gente.
Ese sentimiento, dijo, es el producto de un Estado que no ha sabido darles a las personas lo que reclaman en términos de protección, de visión de futuro.
Zoom
Modelos sociales
Relatividad de la ética
Para Tejada Holguín la violencia juvenil está vinculada a múltiples factores, y entre los más importantes está el de las metas sociales establecidas en el país. Sobre ese aspecto se preguntó cuál es la visión que tiene la sociedad dominicana de los objetivos que debe cumplir un ser humano, cuál es la visión ético moral de la gente, hasta dónde se está creando un ser humano que tiene como uno de sus principios fundamentales obtener el éxito rápidamente.
A su juicio el modelo vigente es el de conseguir dinero porque hay que vestir a la moda, vivir en lugares exclusivos no importa cómo se logre, de hecho se puede conseguir como político corrupto, como vendedor de drogas, como cantante de bachata o pelotero, pero en ninguno de los casos se acentúa el valor del trabajo.
