La proliferación de un ejercicio del periodismo parcializado hacia los partidos políticos se debe, en parte, al bajo estatus que tienen los periodistas en la sociedad, a juicio de Sergio Jellinek, director de Relaciones Externas del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
Un periodista tiene que tener dos o tres trabajos para vivir, porque si no, lamentablemente no puede mantener una familia. Esto le resta independencia al periodista, lamentablemente, señaló el experto.
Basó su apreciación en el hecho que normalmente hay una inclinación lógica para satisfacer los designios del medio en que se trabaja y si el medio en que trabaja tiene una voluntad política determinada y uno de los aspectos centrales para mantener una buena relación con el medio en que trabaja es cierta lealtad con esos principios que maneja el medio, puede haber una tendencia casi natural a demostrar esa lealtad también en términos informáticos.
Consideró que ante esa realidad, es necesario que en función de los propios intereses del periodismo puedan haber manifestaciones más unidas de los periodistas, como mejorar su estatus en la sociedad.
Jellinek apuntó que no puede ser la labor del periodista tan mal remunerada como sucede en muchos de nuestros países, en los cuales los periodistas tienen que hacer labores hasta de marketing para poder sobrevivir.
No obstante, admitió que en América Latina hay periodistas más independientes que otros, pero se puede observar que los primeros son los que reciben mejores pagos, gozan de estar en los principales medios de comunicación, tienen audiencias grandes, entonces su estatus es diferente, pero tampoco le conviene al sistema tener tres o cuatro estrellas que se diferencien del resto, resaltó.
Al ser cuestionado sobre el mismo aspecto, Oscar Santamaría, consultor del Banco Mundial en materia de comunicaciones, dijo que para tratar de superar esta realidad se podría mejorar la formación de los periodistas y estructurar un componente asociativo para que todos hablen y luchen en común por sus intereses, por códigos deontológicos o cláusulas de conciencia.
Eso se logra con mejor formación en las universidades, señaló Santamaría, así como con agrupaciones corporativas fuertes que defiendan los intereses de los periodistas de un país.
Jellinek complementó el cuadro al pedir que se compare la realidad de un periodista de un medio anglosajón, que en el peor momento de la crisis tiene una semana para investigar un tema, mientras en la mayoría de los países de América Latina el periodista no tiene ni cinco minutos para prepararse antes de una entrevista.
Delito de prensa. Con relación a la despenalización de los delitos de prensa, Jellinek sostiene que aunque en su opinión no está reflejando una posición del Banco Mundial, hay diferentes escuelas de pensamiento desde el que piensa que la mejor ley es la que no existe, hasta el que piensa que tiene que haber ley que penalice algunos supuestos delitos de imprenta.
Yo pienso que esto tiene que ver mucho con la condición histórica, política, de cada una de las sociedades y de la madurez democrática de cada una de las sociedades, manifestó.
Jelline indicó que hay países que tienen leyes sobre la responsabilidad social de los medios, pero la pregunta que uno se hace es si le compete al Estado un análisis de los contenidos de los medios, pues no está claro hasta dónde esa sea una función del Estado en sociedades democráticas.
No obstante, Jellinek observó que el delito de calumnia o de injuria es un aspecto diferente, porque en muchos códigos del derecho civil, del derecho penal está contemplado el delito de difamación, el delito de injuria que está legislado y que opera de una manera eficiente.
Dijo que es normal que se regulen horarios en la programación para determinados contenidos, porque en muchos países hay restricción para algunas películas y lo mismo debe ser para la televisión.
Igualmente, Jellinek indicó que otro tema de regulación totalmente natural son las frecuencias, porque debe evitarse que las frecuencias sean otorgadas de una forma arbitraria, sobre todo cuando nos estamos lanzando a un sistema que va a permitir la proliferación de TV digital, la TV digital terrestre. Afirmó que hay países que han optado por un sistema de distribución tripartita, es decir, un tercio para el sector privado, un tercio para el sector público y un tercio para el sector comunitario y académico.
Redes sociales. Las reglas tradicionales del buen periodismo, como confirmar y valorar la información, no deben cambiar por el hecho de que exista acceso y una multiplicidad de actores, como son hoy las redes sociales, Jellinek.
Por el contrario, debería ser un elemento enriquecedor para el periodismo, expresó Jellinek, quien agregó que hay un deber por parte del periodista de que cuando se genera la información tener las fuentes adecuadas que puedan soportar, que puedan justificar la información que está dando.
Señaló que la información generada a través de Twitter o de Facebook no constituye un problema siempre que se cite la referencia.
Asimismo, el periodista uruguayo consideró un hecho positivo el que haya mucho más actores en el proceso de comunicación, superando el viejo mundo de la información vertical del siglo XX donde existía un proveedor de la información y un receptor de la información.
Para Santamaría las redes son nuevas herramientas para el mismo fin en un proceso de adaptación y de regulación, pero que al final la gente lo que quiere es información contrastada, veraz, confiable y la ciudadanía también lo percibe. Agregó que estamos en un proceso de cambio y transformación en el que los medios tradicionales seguirán actuando como filtros y sus funciones están siendo modificadas pero la gente sabe o empieza a saber, el valor de la información.
Santamaría dijo además que el ciclo noticioso ya no son 24 horas como antes, sino que, vía Twitter, es al segundo, por lo que se necesita ajustar esos ciclos para hacer un periodismo de calidad. Por otro lado, entiende que las redes sociales no son ni buenas ni malas, sino una nueva fuente de información.
Zoom
Estudio medios
Tanto Santamaría como Jellinek fueron entrevistados para HOY durante su visita al país donde entregaron un estudio sobre la situación de la radio y la televisión pública en República Dominicana a solicitud del Presidente Leonel Fernández.
Lo recibe Fernández
El estudio fue realizado por Santamaría junto a los consultores del Banco Mundial, Miguel Barroso y Ángel García Castillejo. La investigación, con sus recomendaciones, fue entregada por Jellinek, Santamaría y Barroso al Presidente Fernández y al ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás.