Expertos dudan de una posible rehabilitación de la Teología de la Liberación

<P>Expertos dudan de una posible rehabilitación de la Teología de la Liberación</P>

CIUDAD DEL VATICANO. AFP. El papa Francisco recibió la semana pasada a uno de los fundadores de la Teología de la Liberación, el peruano Gustavo Gutiérrez, pero los expertos dudan de una posible rehabilitación en el Vaticano de esta doctrina condenada durante décadas por la Iglesia católica, que la consideraba de inspiración marxista.

Tras haber permanecido en la sombra durante décadas por las condenas públicas de Juan Pablo II y Benedicto XVI, varios gestos de apertura realizados por el papa latinoamericano revelan cambios de actitud hacia esa corriente teológica surgida a finales de la década del 60 en América Latina con el compromiso de combatir la pobreza y las desigualdades.  

El amplio espacio reservado la semana pasada por el diario de la Santa Sede, L’Osservatore Romano, al libro en italiano «De parte de los pobres, teología de la liberación, teología de la Iglesia», escrito por Gustavo Gutiérrez junto con el cardenal Gerhard Ludwig Müller, actual prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, constituye un primer gesto de apertura junto con la larga entrevista al teólogo peruano, de 85 años, en la que responde con tono conciliador a varios asuntos.  

Interrogado sobre las investigaciones abiertas contra la Teología de la Liberación entre 1984 y 1986 por el Vaticano, el sacerdote peruano respondió sin amargura:»Todo eso pertenece al pasado, porque hoy la Teología de la Liberación es más conocida y, por ende, más apreciada que ayer».  

Pero seguramente el gesto más importante ha sido el encuentro privado en el Vaticano entre Francisco y el teólogo peruano, padre dominicano, con el que concelebró la misa la semana pasada en la capilla de la residencia Santa Marta donde reside el papa.  

Sin embargo, el temor de un resurgimiento de esa teología parece molestar a algunos sectores, según expertos que señalan la inmediata reacción molesta del cardenal peruano Juan Luis Cipriani, entre los prelados más conservadores del continente americano y miembro del Opus Dei, frente a la inédita reunión papal.  

«Müller es buen alemán y buen teólogo, un tanto ingenuo. Mi lectura es que ha querido acercarse a su amigo Gutiérrez, a quien le tiene cariño, a quien quiere de alguna manera ayudar a rectificar e insertarse en la Iglesia católica. La reunión está siendo utilizada para describir un acercamiento con una corriente teológica que hizo mucho daño a la Iglesia», declaró el purpurado a una emisora peruana.  

Todo parece indicar que la pacificación con la Teología de la Liberación no será tan fácil.  

«Francisco reconoce que los teólogos de la liberación fueron positivos y que no se corre más el riesgo de confundir religión con política», sostiene por su parte Mariano Fazio, profesor de historia de las doctrinas políticas de la Universidad de la Santa Cruz, uno de los mayores centros de formación en Roma del Opus Dei.  

«No entiendo porqué algunos sectores se escandalizan. Francisco ha hecho bien en recibir a Gutiérrez. Como pastor debe seguir a todos sus rebaños», comentó a la AFP.  

Para el veterano vaticanista Marco Politi, se trata de «un acercamiento entre algunos teólogos con el papa argentino, un pontífice que defiende una iglesia pobre para los pobres y otorga mucha atención a las clases marginales», asegura el vaticanista, autor de una biografía de Benedicto XVI.  

Otro experto vaticanista, Sandro Magister, considera «exagerado» hablar de una «rehabilitación» de esa teología.  

«En 2005, el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio criticó duramente esa teología, que consideraba muerta, tanto como el socialismo real», recordó.  

«Desde que Bergoglio es papa no ha mencionado ni una vez esa teología», observa Magister, quien recuerda que el pontífice argentino no ha tenido como puntos de referencia teólogos de esa corriente como Jon Sobrino, Leonardo Boff o el mismo Gutiérrez.  

«Bergoglio seguía la ‘Teología del Pueblo’ del jesuita argentino Juan Carlos Scannone», explica.  

«¡Cómo me gustaría tener una Iglesia pobre y para los pobres!», clamó Francisco pocos días después de su elección en marzo pasado, palabras que suscitaron admiración entre esos teólogos, que en este casi medio siglo han visto enormes transformaciones sociopolíticas en América Latina y que esperan ver reconocida su contribución a la opción preferencial de la Iglesia por los pobres.

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