Cuatro expertos en seguridad y defensa coincidieron en sus diagnósticos sobre la crítica situación de la Policía Nacional, y en sus planteamientos de cómo producir cambios en esa institución.
Resumen sobre la necesidad de que el Estado garantice a los agentes del cuerpo del orden una vida más digna, con la asignación de mejores salarios, seguridad social, etc., y mejores condiciones técnicas y profesionales para enfrentar el crimen organizado y garantizar la seguridad ciudadana.
En el almuerzo que celebra todas las semanas el Grupo de Comunicaciones Corripio, opinaron al respecto los doctores Wilfredo Mora, presidente de la Sociedad Dominicana de Criminología y Josefina Reynoso, coordinadora del Instituto de Seguridad y Defensa de la Fundación, Global, Democracia y Desarrollo. Además, los licenciados Moraima Díaz, coordinadora del Observatorio Ciudadano del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) y Daniel Pou, consultor y profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.
Transformar la Policía Nacional, dicen, requiere de voluntad política y que el presidente de la República asuma el liderazgo para la concertación entre todos los actores involucrados y el logro de una política pública que de respuesta a los problemas de inseguridad ciudadana que, dicen, vive la República Dominicana.
Dice políticos son culpables. Para Mora la Policía Nacional tiene una función que no debe cumplir ni aceptar, que es la de exigir y combatir la criminalidad, tras señalar que ese cuerpo no está regionalizado como ocurre en otros países de la región.
La Policía tiene sesgo autoritario, que tiene un problema de a quien seleccionan para ser parte de ella, que luego lo convierten en parte del poder porque los políticos han corrompido a nuestros policías, manifestó.
Consideró que la Policía Nacional no está en capacidad de perseguir el crimen, por eso hay justicia privada, los intercambios de disparos, ejecuciones extra oficiales.
Pide dignidad para policías. De su lado, al evaluar la situación de la policía dominicana afirma que se tiene la institución que se quiere.
Calificó de vergüenza y una limosna el otorgamiento de la tarjeta solidaridad a los policías y guardias del país, tras considerar que ese programa está dirigido a grupos vulnerables.
También criticó el salario que recibe un policía, RD$4,800, preguntándose si por esa suma estaría dispuesto a arriesgarse por la vida de otra persona.
También, dijo que se quiere una policía democrática, respetuosa de los derechos humanos, profesionalizada, consciente de la legalidad, pero además con salarios dignos y equipamiento de trabajo adecuados y sofisticados, ya que los agentes enfrentan un crimen organizado que tiene mucho dinero y telecomunicación.
Una policía corrupta. Pou entiende que la Policía Nacional está fundada bajo el esquema de policía de contra insurgencia, que sus matrices doctrinales e ideológicas se produjeron en los términos de la guerra fría, donde el ciudadano estaba de un lado de la acera y la institución del otro.
Dijo que la Policía Nacional es un régimen hegemónico, coercitivo con pocos visos democráticos, los cuales, asegura, se mantienen.
Consideró que cuando se habla de política de seguridad se debe hablar también de las agencias que administran y dan los servicios de la misma.
La Policía que se tiene no hay que estimagtizarla porque es la que se ha dado la clase dominante del país, es la instrumentalizada, la que le sirve para los fines que ellos desean, dijo.
Pou afirmó que casi la mitad de la nómina de la Policía es de choferes a personas particulares.
Dijo estar en desacuerdo con integrar 10 mil guardias a la Policía, tras señalar que sería sumar más marginalidad al país.
Debe ser preventiva. Para Reynoso la Policía Nacional debe ser preventiva y comunitaria. Señaló que el cuerpo del orden no fue formado para eso.