POR ROSA ALCANTARA
Para algunos analistas políticos el estilo de hacer política de Amable Aristy Castro, basado en las dádivas y el clientelismo, le ha surtido efectos políticos positivos inmediatos, pues se está aprovechando de la cultura paternalista existente en el país.
Empero, vaticinaron que esa estrategia, que ha calado, no permanecerá en el tiempo ni tendrá resultados electorales importantes en términos de votos para los comicios venideros.
Los llamados cacerolazos contra la pobreza que realiza el candidato presidencial reformista, en los que reparte dinero, cerdos, gallinas, sillas de ruedas, canastillas y otras dádivas, fueron analizados por los sociólogos y politólogos Frank Báez Everz, Olaya Dotel, Rosario Espinal y Ramón Tejada Holguín.
Los cacerolazos son efectuados por Aristy Castro en los barrios más pobres de la capital y las provincias del país. Busca con los mismos colocar al PRSC en una posición de competencia electoral, luego de esa organización obtener la más baja votación en el 2004, de un 8%.
Además, agregaron que Aristy Castro busca con esa actitud ser tomado en cuenta en el debate político electoral, ya que había sido obviado por los candidatos presidenciales peledeísta y perredeísta, Leonel Fernández y Miguel Vargas Maldonado, respectivamente.
Los golpes bajos dados a Aristy Castro por parte del gobierno y el partido oficialista estaban colocando en bajo perfil su candidatura y a su militancia.
El haberle reducido los poderes e incidencia en la Liga Municipal Dominicana como secretario general y provocar los continuos retiros de apoyo de importantes dirigentes y líderes reformistas, pudieron ser factores para que sus estrategas pensaran en otras fórmulas que llamaran la atención del país.
Es por ello que algunos analistas políticos opinaron que Aristy Castro emprendió, desde el pasado mes de septiembre, una campaña basada en visitas a los barrios donde da cosas en cacerolazos, celebrados regularmente en hora del mediodía.
Aunque Báez Everz no le da seguimiento a la sociología política, sino a la migratoria, es de opinión que Aristy Castro hace uso del clientelismo patrimonial y clientelar de manera más agudizado que el resto de los políticos dominicanos.
El profesor universitario e investigador dijo que aunque proyecta una imagen de liderazgo eso no le adicionará puntos como figura política, todo lo contrario, mucho menos en una cultura política, como la dominicana, que tiene tendencia a la modernidad.
En tanto, para Dotel, experta en política social, la manera de Aristy Castro hacer política es producto de un proceso en el que la práctica de los políticos es en base al clientelismo y a la cultura creada, de que la prebenda es un elemento normal y legitimado tanto por los políticos como por la población que lo recibe.
De su lado, Espinal, profesora de Sociología en la Universidad de Temple, Estados Unidos, consideró a Aristy Castro como un político hábil e inteligente que escoge a los pobres como el sujeto al cual apela para su apoyo.