Los economistas Bernardo Fuentes y Arturo Martínez Moya opinaron que la colocación de bonos internos para sustituir deudas viejas por nuevas (el denominado reenganche), como está haciendo el Gobierno, no sería negativo para la economía si se hiciera para reemplazar endeudamientos que tienen tasas de interés más altas que las emisiones frescas que se realizan.
Sin embargo, Martínez Moya dijo que tiene conocimiento de que las emisiones de bonos internos que están haciendo en el Estado tienen tasas de unos tres puntos porcentuales más altas que las tasas de interés de las deudas que dichas colocaciones están sustituyendo. Esto tiene serias implicaciones negativas para las finanzas públicas del país, expresó en declaraciones a este diario.
Entre las implicaciones de ello, Martínez Moya citó que aumenta el servicio de la deuda pública del Estado. Lo que, a su vez, eventualmente implica más impuestos (en el futuro) para pagar el servicio de la deuda pública interna, manifestó.
El economista Fuentes, consultado por separado, defendió las emisiones de bonos internos que está haciendo el Gobierno porque entiende que el Estado, con las emisiones de dichos títulos, estaría sustituyendo deudas que tienen tasas de interés más altas que las de los nuevos endeudamientos.
Si es así, dijo, eso es positivo para el país porque mejora el perfil de las deudas que se estén reemplazando.
Fuente aclaró, no obstante, que no tiene detalles de cuáles deudas han sido sustituidas en ese sentido.
(En una nota publicada ayer, el economista Guillermo Caram deplora la colocación de bonos internos más recientes, con tasas de interés 16.6 por ciento, que consideró muy altas).