Explican porqué los segundos matrimonios funcionan mejor que los primeros

Explican porqué los segundos matrimonios funcionan mejor que los primeros

¿Funcionan las segundas oportunidades en el amor? Para Freud no había duda: el primer matrimonio raramente resiste a la sensación de enclaustramiento, mientras que las expectativas son tan altas que inevitablemente surgirán decepciones.

El imaginario construido en torno a la idea de amor romántico y al cuento de los príncipes azules tiene su parte de culpa, pero la falta de experiencia a la hora de enfrentarse a las dificultades que entraña la vida en pareja no tiene menos peso.

Sin embargo, en los segundos matrimonios, las parejas son por lo habitual más indulgentes, tolerantes, realistas e independientes.

Como explica el psicólogo J. A. Malarewicz en Repensar la pareja, se sacan lecciones del pasado y se utiliza este aprendizaje para evitar conflictos o sufrimientos, por lo que el segundo matrimonio, por lo general, es más sólido y razonable que el primero.

Una perspectiva quizá demasiado pragmática y alejada del romanticismo, imperando lo racional sobre lo emocional. ¿Quiere esto decir que las personas que vuelven a casarse pueden llegar a ser más felices?

En las segundas nupcias, el objetivo de formar una familia, por lo que el único fin es consagrarse el uno al otro

Las comparaciones son casi imposibles y la mayoría de psicólogos reconocen que no pueden compararse ambas experiencias.

El primer matrimonio responde a una verdadera consagración del amor, una alianza en la que ambos miembros de la pareja tienen claro que será para toda la vida, y con unos objetivos centrados en construir un mundo en torno a ellos, como es el hecho de formar una familia, crear un hogar, etc.

Para la psicóloga y divulgadora Fabienne Kraemer, en las segundas nupcias estos objetivos desaparecen, siendo la única intención que mueve a los nuevos cónyuges la de estar juntos. “Se consagran exclusivamente el uno al otro, por lo que el primer matrimonio no suele eclipsar al segundo”, añade la especialista en un artículo publicado en Psychologies y que comparte El Confidencial.

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