La primavera y el verano del 2005 fueron los inspiradores de la fiesta de la moda que se vive en Barcelona. Coloridas y estampadas túnicas llenan de glamour y belleza, una propuesta que bien puede adaptarse en cualquier país. Mientras que las diferentes colecciones que se presentan marcan el estilo y la tendencia del gusto español, la tradicional vestimenta del siglo XX se encargó de exhibir sus más exóticas propuestas.

Los diseños marcados por una combinación única de frescura y despampanantes colores marcan un sello característico en las creaciones juveniles que se presentan esta vez en la pasarela Gaudí.

Grandes creadores como Agatha Ruiz de la Prada, Antonio Miró y Victorio & Lucchino depositaron su particular toque artístico a las piezas de alta costura de la moda internacional que se encargaron de mostrar las portadoras de belleza.

Las colecciones que se presentan para la próxima temporada de primavera-verano conjugan elegancia, con comodidad y sentido práctico, sin dejar lado la femineidad y el buen gusto. Una propuesta muy razonable considerando las elevadas temperaturas que incluso ya se vive en Paraguay sin que el invierno haga su salida oficial. Y hablando de temperaturas, la naturaleza parece haber influido en las decisiones de los expertos en elegancia. Es así que las flores, las hojas y esplendorosas mariposas hacen de protagonistas en el paisaje de la elegancia.

Los tejidos de viscosa, voile de algodón, muselinas bordadas y troqueladas han compartido escenario con aplicaciones de puntilla de ganchillo y bordados, y con calados de prendas de punto.

En lo que resta de esta semana serán presentadas más de treinta colecciones de jóvenes creadores, con modelos de primera división como Jessica Stam.  EFE