Explosión de gas en plaza dejó un muerto y pérdidas

Explosión de gas en plaza dejó un muerto y pérdidas

POR UBALDO GUZMAN M.
La explosión ayer en la Plaza Diamond Mall debido a un escape de gas propano por una tubería, ocasionó un muerto, cuatro heridos y pérdidas millonarias al destruir docenas de negocios.

Asimismo, afectó las estructuras del edificio, sobre todo en el segundo nivel, el cual fue inaugurado a final de 1999.

Alcibíades Herrera, de 40 años, chofer de la panadería “Delicias alimenticias”, falleció en la Unidad de Quemados del hospital Luis E. Aybar, tras sufrir quemaduras de primer grado, golpes y heridas.

Herrera había sido trasladado en una ambulancia del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional, desde la panadería propiedad de Ricardo Cordero.

En la Policía Nacional no se pudo obtener los nombres de los heridos, quienes caminaban al frente de la avenida de Los Próceres y fueron alcanzados con esquirlas de vidrio que se esparcieron en por el entorno del edificio.

La explosión se produjo a las 7:00 de la mañana y causó preocupación entre los residentes de Arroyo Hondo, algunos de los cuales se dirigían al lugar.

 La mayoría de los empleados entran a trabajar a las 9:00 de la mañana. Algunos de los presentes especulaban que habrían perecido docenas de personas si la explosión hubiera ocurrido en hora laborable en la plaza comercial.

El administrador de Beliza, Disney Maceo, ubicado en el primer nivel, tras el hecho afirmó que “esto no será nunca una plaza”.

En el negocio laboraban tres empleados, donde todos los vidrios resultaron rotos y la ropa regada.

Según el general Oscar Guillermo García, jefe del Cuerpo de Bomberos, una parte de la “mall” fue seriamente dañada en algunas áreas, por lo cual tendrá que ser demolida para evitar males mayores. Cuando se inauguró fue considerado como el centro comercial más moderno del país.

La plaza está ubicada entre la avenida Los Próceres y las calles Euclides Morillo y Doctores Mallén, en Arroyo Hondo y la explosión fue escuchada a más de medio kilómetro de distancia.

Herrera era el primer empleado que llegaba a la panadería.  Quedó atrapado entre los escombros del negocio, por lo que fue preciso usar cizallas y hachas para rescatarlo.

Al lugar fueron enviadas 12 unidades de los bomberos del Distrito Nacional.

A fin de evitar el saqueo, un contingente de la Policía fue apostado al frente de los establecimientos que quedaron a la intemperie por la explosión.

El acceso a la plaza fue restringido, incluso para los propietarios de los establecimientos.

Numerosas cajas de zapatos quedaron esparcidas en la parte frontal de la avenida Los Próceres y otras tantas estaban a punto de caerse.

Entre los establecimientos afectados figuran tiendas de ropas y calzados, de venta de teléfonos celulares, salones de belleza, restaurantes de comida rápida, cines, una sucursal bancaria y una óptica.

En el interior de la Diamond Mall se amontonaron pedazos de vidrio, plafones, ductos de acondicionadores de aire, bloques de concreto, paneles y letreros lumínicos. Los bomberos acabaron de derribar bloques de cemento que estaban a punto de desplomarse, así como los cristales agrietados.

En el techo de la plaza, próximo al cine, la explosión abrió una grieta en el techo de varios pies de diámetro, lo que provocó que los daños no fueran más severos, según los expertos.

El síndico del Distrito Nacional, Roberto Salcedo, acudió al lugar y lamentó lo ocurrido. Técnicos en explosivos de la Policía empezaron las investigaciones para determinar las causas de la explosión.

A Carlos Santos, propietario del restaurante de comida rápida “Super Sándwichs”, cuyo negocio quedó totalmente destruido, se le notaba la tristeza. Entre los negocios más afectados figuran Taco Bell,  Punto Control, Delicias y Especialidades, Coffe Breake, los cines, Pizarelly, el Banco Popular, Los Muchachos y Tarrazo.

“Yo no pensaba que la explosión era de esta magnitud. Arranqué para acá en chancletas. Cuando vengo aquí, me doy cuenta que todo está desbaratado. Yo perdí todo, mi negocio está inservible”, dijo Santos.

Su inversión en el negocio ascendió a casi RD$4 millones y dijo contar con ocho empleados, “a quienes tengo que apoyar”.

Al igual que Santos, decenas de propietarios de negocios, algunos con los ojos llorosos, sobre todo mujeres, se apersonaron a la plaza.

La señora Margarita Guzmán, dueña de un salón, no cesaba de llorar, luego de llegar al lugar, donde era consolada por familiares.

La explosión regó cristales en los niveles uno y dos. La plaza cuenta con un parqueo subterráneo de 320 estacionamientos.

La tristeza y el pesar era notoria entre los empleados que miraban con pena los establecimientos comerciales destruidos.

Al principio circuló el rumor de que la explosión había sido provocada por un tanque de gas propano, pero luego se ofreció la versión definitiva: fue un escape de ese producto.

“El tanque no estaba dentro de la pizzería. El gas propano llega por las tuberías a los locales. Cuando nosotros llegamos, encontramos las tuberías emanando gas y cerramos la llave de paso”, explicó el general García.

Dijo haber comprobado que la explosión fue producida por un escape de gas, pero que las causas que originaron el escape las estaban investigando, a ver si fue producido intencionalmente o si no fue así.

La explosión provocó dificultades en el tránsito en la avenida Los Próceres, y las calles Mallén y Euclides Morillo, por lo que intervinieron agentes de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET).

Tan pronto ocurrió el estruendo, decenas de curiosos se congregaron en el lugar, la mayoría personas que trabajan en el área.

Algunos negocios no estaban asegurados, pero representantes de empresas aseguradoras acudieron a la plaza comercial para evaluar los daños.

El segundo nivel de la “mall” fue concebido para el entretenimiento y la diversión. La mayoría de los negocios son de comida y cines.

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