Jos, Nigeria. AP. Los estallidos de dos autos bomba en una concurrida terminal de autobuses y en un mercado en la ciudad céntrica de Jos mataron a por lo menos 118 personas, hirieron a decenas de personas y dejaron las calles cubiertas de cadáveres.
Nadie se adjudicó la responsabilidad de los ataques, pero tienen las características típicas de los perpetrados por Boko Haram, un grupo extremista islámico que secuestró a casi 300 estudiantes el mes pasado y lleva a cabo una campaña de ataques con explosivos a fin de imponer la ley islámica en la nación.
La segunda explosión, que se produjo media hora después, mató a algunos de trabajadores de rescate que se apresuraron al lugar para atender a las víctimas iniciales, cubriendo el lugar con nubes de humo negro. Decenas de cadáveres y restos humanos fueron cubiertos con granos que había sido cargado en el segundo auto bomba, dijo un testigo. Un funcionario del mercado Terminus Market dijo que ayudó a recoger a unas 50 víctimas, muchas muertas.
“Es horroroso, es terrible”, indicó Mark Lipdo de la Fundación Stefanos, un grupo de caridad cristiano que opera en Jos, que se refirió al olor de carne humana chamuscada. El cadáver de mujer, que había perdido las piernas en la explosión y extendía una mano hacia afuera de las llamas, yacía al borde del incendio que consumía otros cadáveres.