En esta semana ha consternado la opinión pública el caso de la adolescente que fue entregada por su madre a varios oficiales de la policía para fines de explotación sexual comercial, una modalidad de trata de la que la adolescente fue víctima. Este no es el único caso que se produce en el país con estas características. En el año 2018 hicimos un estudio sobre la trata interna de personas en nuestro país para OBMICA, el cual se publicó el 19 de marzo de este año. A continuación, algunos elementos que se plantean en el estudio.
“Nuestra sociedad ha depositado en la familia la responsabilidad de socialización y protección hacia la niñez y adolescencia la cual no necesariamente se cumple. Por el contrario, muchas familias no respetan ni reconocen los derechos de la niñez y adolescencia. Las prácticas de violencia al interior de las familias se remiten a toda nuestra historia social, normalizadas y aceptadas. Igualmente, las de incesto y abuso sexual, fenómeno en la familia no cuenta con registros estadísticos en términos históricos que puedan mostrar su posible crecimiento o disminución”.
“La familia se presenta, así como el primer lugar de abuso físico, sexual y en varios casos de entrega de niños y niñas para explotación sexual y/o para explotación laboral. En las familias se reproducen las desigualdades de género, el ejercicio de poder masculino con secuelas de incesto y abuso sexual en su interior, así como en el abordaje de los derechos sexuales y reproductivos de las y los adolescentes, que son totalmente desconocidos”.
“No necesariamente todos los miembros de la familia se informan sobre las condiciones de abusos que se viven en su interior o de prácticas de explotación sexual, la falta de diálogo y confianza de parte de las personas adultas hacia la niñez y adolescencia provoca que muchas madres y padres no intervengan en estas situaciones, quedando esta población desprotegida”.
“En el caso de las relaciones de amistad y pareja las prácticas de engaño y explotación están también vinculadas a la confianza. El apoyo afectivo que ofrecen amigos, amigas y parejas es una barrera para el establecimiento de límites”.
“Un elemento clave como factor causal de la trata interna es la normalización del ejercicio de violencia presente tanto en la familia, como en las relaciones de pareja, amistad y espacios laborales”.
“La legitimación cultural de la violencia que ejercen personas cercanas con vínculos afectivos y permiso para violar derechos favorece la trata interna. La frontera en el permiso para violentar derechos, así como para entregar y vender a las personas como objeto es muy frágil, casi imperceptible”.